El Bayern se fue en ventaja en el minuto 26 por intermedio de Mario Gómez, que definió con un remate dentro del área pequeña, aprovechado un centro del francés Franck Ribery.
El Augsburgo había logrado plantear un partido bastante equilibrado hasta el momento del gol e incluso había fabricado varias buenas ocasiones.
Tras el gol, antes que los equipos se fueran al descanso, hubo una oportunidad para marcar el del empate en los pies de Sascha Mölders. Lo más discutido, sin embargo, fue un gol fantasma, no validado, del ucraniano Anatoli Tymoshtschuk que hubiera sentenciado el compromiso.
Esa situación pareció anticipar dos momentos que empañaron el comienzo del segundo tiempo. Primero, Ribery fue expulsado con roja directa, al responder a una provocación con un golpe en el rostro de un contrario dejando así al Bayern con diez hombres.
Luego, el árbitro Torsten Kinnhofer no sancionó un penalti a favor del Augsburgo, cuando el balón dio en la mano de Dante que estaba claramente separada del cuerpo.
Con el paso de los minutos el partido se normalizó y hubo buenas ocasiones a ambos lados hasta que en el 85' el suizo Xerdhan Shaqiri sentenció al definir dentro del área tras centro de Thomas Müller.