Es muy difícil que un equipo que recibe 25 goles en 16 fechas sea semifinalista, pero a pesar del lamentable promedio y del terrible trabajo defensivo del Tolima (especialmente cuando tiene una pelota quieta en contra), los dirigidos por Alberto Gamero aún pueden aspirar a cuadrangulares. Eso sí, mucho tendrán que mejorar en estas dos fechas para ganar los seis puntos y esperar otros resultados.
Uno de los puntos claves será la definición, pues frente al Cali se volvió a ver que el Tolima no sólo los ve hacer, sino que no los hace: lo que se perdieron Silva, Chará, Ibargüen, Pérez (en la última jugada del partido tuvo el 3-3) es inaudito.
Yimmi puso a ganar a los pijaos al minuto 13, pero muy pronto Torijano empató con un gran gol al 24 y Murillo, aprovechando las debilidades defensivas del local, marcó el 1-2 al 39.
Sin embargo, en la lista de errores el Cali también tiene lo suyo, y el joven arquero Silva paró mal una barrera y le regaló el palo a un gran cobrador como Yulián Mejía, que en el último minuto del primer tiempo puso el 2-2.
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El problema es que parece una ley el que cualquier pelota que le levanten al Tolima termine en riesgo, y al 13 del segundo tiempo Helibelton Palacios volvió a cobrar para el 2-3 que resultaría definitivo y le da al Cali el sueño de volver a soñar con una final.
Tolima, por su parte, tendrá que buscar una victoria frente a Alianza Petrolera (rival directo) y cerrar con un triunfo en casa sobre Millonarios para entrar en semifinales. No es imposible, pero es que con esa defensa...
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