Mientras José Néstor Pékerman les dio permiso a Óscar Murillo, Stefan Medina y Edwin Cardona de quedarse con Pachuca y Monterrey, respectivamente, para disputar las finales de la liga mexicana, Carlos Sánchez de los ‘rayados’ abandonó el equipo y viajó para Uruguay.
El volante ‘charrúa’ no le hizo caso a la solicitud de su equipo ante la Conmebol y cumplió con su llamado a concentrar con el grupo que dirige Óscar Washington Tabárez para preparar lo que será la participación de los ‘celestes’ para la Copa América Centenario.
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El uruguayo de 31 años fue despedido en el aeropuerto con insultos y amenazas de muerte por parte de algunos hinchas y seguidores del Monterrey, produciendo así un escándalo que traspasó las fronteras mexicanas.
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