Aquí hay que dejar de lado el deseo y sentenciar que Colombia es a primera luz un equipo inferior al que enfrentará en la próxima fecha de la Eliminatoria. Por fortuna, este deporte permite sorpresas y rendimientos extraordinarios nacidos del amor propio, que es de lo que ha carecido nuestra selección en el último tiempo. Colombia enfrentará al mejor equipo suramericano del último lustro, lo cual no es poco. Y aunque hace rato pasaron el Mundial y la Copa América, el conjunto de Óscar Washington Tabárez sigue siendo poderoso con figuras individuales que hacen un conjunto de alto nivel. No estará Luis Suárez y eso de alguna manera es ventaja, pero, como dijo Forlán, su ausencia no será determinante porque hay quien ocupe su lugar con similar capacidad. Están Cavani y Abreu, además del citado mejor jugador de Sudáfrica 2010. El proceso que Colombia apenas comienza, Uruguay ya lo sabe de memoria. En total, 19 de los 23 jugadores que alcanzaron la semifinal del Mundial fueron convocados para esta jornada eliminatoria. Esta selección, por si fuera poco, acumula 18 partidos invicta (la última vez que cayó fue 2-1 a manos de Alemania en un amistoso el 29 de mayo de 2011). A pesar del papelón uruguayo en los Olímpicos de Londres con la eliminación en primera ronda, los charrúas gozan de buen presente y aún no han perdido en el camino rumbo a Brasil. Son segundos con 11 puntos de 15 en disputa. Cuentan 14 goles a favor y seis en contra, cifras que denotan su constante de victorias y, como mínimo, de empates. Colombia, al contrario, perdió en su última salida y ha desentonado con sus más recientes presentaciones contra Perú y Ecuador, a pesar de registrar en Lima una victoria. También dejó un sinsabor que el equipo no aprovechara la fecha FIFA y se dedicara a satisfacer compañías en una concentración en España de la cual no se supo mucho. Mientras Colombia empataba a ceros con un equipo alterno del Atlético de Madrid, Uruguay jugaba con Francia. El precedente es diciente. Sin embargo, hay factores que podrían regalarnos una sonrisa este viernes. Falcao, que no es la selección Colombia como muchos quieren ver, para bien o para mal, es una de ellas. También está el acierto anotador de jugadores como Jackson Martínez, Carlos Darwin Quintero y James Rodríguez con sus clubes. Y, por supuesto, Barranquilla, esa ciudad de fuego que ojalá funda a los uruguayos a más de 35 grados centígrados sobre la hierba del Metropolitano. Esas son nuestras armas de primer orden para soñar con la victoria. Pero “Con el solo calor, no le vamos a ganar a Uruguay”. Bien lo dijo Amaranto Perea. El partido exige un alto rendimiento colombiano, en todas sus líneas, y verdaderamente preocupa el tema de los defensores y los volantes de recuperación. La contienda parece una apuesta en la que nosotros arriesgamos más que los compañeros de mesa. La Selección no puede perder más puntos en casa y tampoco puede terminar septiembre con menos de tres unidades de la posible cosecha de seis. La obligación está a la altura del reto. El optimismo es reservado porque sinceramente nadie sabe cómo llega Colombia como equipo y ni siquiera Pékerman manifiesta que tiene claro lo que quiere hacer. Reconocemos a un Uruguay de élite, pero también que, a pesar de muchas dificultades, Colombia se puede llevar el triunfo. "Colombia tiene futbolistas con trayectoria y merece respeto", apuntó Forlán. Así es. La fortuna de este deporte permite sorpresas y ganarle a Uruguay sería una de ellas. Al final nos va mejor así que cuando nos tildan de favoritos. Seguir a @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:44 p. m.