Por baratos. porque cada uno era la opción más barata frente a las otras posibilidades que uno y otro tenía como rival en la lista de candidatos para su cargo. Tal como Enrique Camacho era una silla suplente en la junta directiva y fue seleccionado por barato para ocupar la presidencia de Azul y Blanco S.A., Rubén Israel fue escogido por ser la opción más barata. No necesariamente la mejor en ninguno de los dos casos. El proyecto de Gustavo Serpa es de bajo perfil más bien. Invertir poquito en algo que sea 'bueno' para sacarle el mejor provecho. Es como comprar un Renault 18 viejo, más o menos bien cuidado por fuera pero con el motor reparado, no para venderlo y comprar un carro más nuevo sino para seguirlo engallando pero manteniendo los mismos problemas mecánicos. Como fue barato Ricardo Lunari para reemplazar a Juan Manuel Lillo, porque jugaron con él por su condición de ídolo de mucha gente y con su propio deseo de ser el DT de Millonarios, por eso era -también- barato. Para reemplazar a Lunari no buscaron a un DT que ofreciera un estilo de juego, agresividad, títulos, nombre. No, buscaron al más barato posible con alguna cosa para mostrar y ese hombre era Rubén Israel. Claro, una cosa es ser campeón en ligas suramericanas de 12 equipos como Paraguay y Ecuador, otra venir al equipo históricamente más grande de Colombia. Sin saber qué ocurra en las próximas horas con Israel, el DT que lo reemplace debería ser escogido de acuerdo con una ecuación muy bien equilibrada que empiece por determinar a qué se quiere jugar en Millonarios y, claro, a la plata que pida. No se trata de traer a un DT que cobre en euros libres de impuestos como Juan Manuel Lillo y que desangre a un equipo con ingresos en pesos colombianos. Se trata primero de encontrar una correspondencia con un estilo de juego, cosa que quizás sí entienda Norberto Peluffo (creo que lo entiende, de golpe no) pero que definitivamente parece no entender Gustavo Serpa; después, obvio, mirar la plata que pida un candidato a DT acudiendo a una innegable cualidad para negociar sin perder la dignidad, cosa que Enrique Camacho claramente no tiene como cualidad. Ha quedado claro que la estrategia de Gustavo Serpa es traer más bien algo baratico, de perfil bajito, ahí, de poquita cosa. Tal como Enrique Camacho, un presidente 'ahí'. Qué dolor me consume ver a Millonarios así. Qué dolor el desvelo por el maltrato hacia esta hinchada gloriosa.
Actualizado: enero 25, 2017 11:51 a. m.