Sí, dos de los tres goles fueron de penal e incluso se puede decir que el primero fue una salida en falso del arquero Abella de Chicó. Sí, Chicó fue el dueño de la pelota y por momentos hizo ver mal el medio campo del campeón. Sí, fue un partido mucho más complicado de lo que indica el 3-1, pero nada de eso importa. No, Junior derrotó a un buen rival con propiedad, hizo por primera vez tres goles en esta Liga Postobón y demostró que, a pesar del mal momento, está vivo y sigue siendo el campeón.
Era lo que necesitaba este equipo de José 'Cheché' Hernández: una victoria contundente, con goles, llegaran por la vía que llegaran, porque ese fantasma de la ausencia de un 9 de peso que pudiera definir estaba atormentando de sobremanera a todo el Caribe colombiano.
Esta vez 'Cheché' le apostó a Luis Carlos Ruiz ante la incapacidad del discutido Luis Páez, y eltambién volante mostró sus virtudes en dinámica y diagonales: desde el comienzo fue una pesadilla para la defensa ajedrezada, que nunca logró controlarlo pues salió siempre desde atráscruzándose por izquierda y derecha.
Sin embargo, a pesar de su despliegue y sus remates, el gol no llegaba. Incluso un palazo al minuto 13 hizo presagiar que la de esta vez iba a ser otra noche difícil con las tres letras atragantadas, pero en un nuevo desborde al minuto 26, y aprovechando una salida apresurada de Abella, Ruiz cruzó una pelota que lentamente entró al arco y permitió que el grito de GOL saliera del alma.
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Sin embargo, el equipo de Alberto Gamero no estaba pintado en la pared. Con un claro dominio del medio campo gracias al trabajo de Gordillo, Mahecha y Chica, la visita siempre tocó pero poco profundizó en el área de Viera. Aún así, un remate de navarro en el último minuto de la primera parte dejó claro que el segundo tiempo iba a ser a otro precio.
Chicó ingresó a Oscar Restrepo buscando mayor dominio, pero se llevó la sorpresa de la mano de Mahecha que, a los seis minutos de la segunda parte, le permitió a Giovanni Hernández poner el 2-0 gracias a un penal bien cobrado.
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El juego se abrió gracias a esto, pues Junior no pudo controlar a Chicó, que se fue encima, y que además le ganó todos los rebotes al dueño de casa en las cercanías de su área.
Los contragolpes de Junior eran peligrosos pero sin puntería (para lamentarse el mano a mano de Ruiz con Abella al minuto 60 que el delantero envió muy lejos del arco), y las avanzadas de Chicó cada vez parecían más riesgosas cuando al 64 llegó otro penal, esta vez a favor de la visita, que descontó gracias a Correa.
Chicó tuvo para el empate, Junior tuvo para el 3-1, pero ninguno acertó. Sólo otro penal, al minuto 82 por una falta sobre Balanta, le permitió a los tiburones poner el 3-1 gracias a Giovanni Hernández.
Tres goles, cosa rara esta en un Junior que antes era una máquina goleadora y que hoy sufre por hacer uno. Por eso se celebra, porque sea como sea, el campeón ganó, salió de un apuro y volvió a celebrar: ¡así se goza un viernes en Barranquilla!
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