Las miradas de los futboleros estaban centradas en lo que podrían llegar a hacer estos dos cracks del fútbol mundial en el juego más atractivo de los octavos de final de la Champions League.
El estadio Santiago Bernabéu fue el escenario del partido de ida entre Real Madrid y PSG, la obligación era del actual doble campeón de la Champions, que no atraviesa un buen momento en la Liga española.
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Pero el París Saint-Germain, ser armó, con Neymar y Kylian Mbappé, para apostarle al título del torneo de clubes más importantes de Europa, aunque el discurso de los jugadores diga lo contrario para bajar un poco la responsabilidad.
Por un lado, el brasileño Neymar tuvo una actuación discreta, a los 14 minutos recibió tarjeta amarilla por falta sobre ‘Nacho’, al 38’ asistió a Edinson Cavani tras una gran jugada individual, pero el uruguayo no supo definir para hacer el gol, y al 90’+3’ apareció en el área rival con un disparo de zurda que mandó el balón a la tribuna.
De otra parte, Cristiano Ronaldo se echó al equipo al hombro y se le vio muy activo en ataque, intentó con tiros libres (25’ y 64’) que no llevaron mucho peligro, también tuvo un mano a mano claro que estrelló en la cara del arquero Alphonse Areola (28’) y fue el artífice de dos de los goles del Real Madrid, el primero de penal (44’) y el otro con su rodilla izquierda (82’), luego de un rechazó del cancerbero del PSG.
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Ya en el último suspiro, el portugués, quien llegó a 101 goles en la Champions Legue con el cuadro merengue, enganchó y remató desde el borde del área, pero su definición fue al cuerpo del guardameta francés.
Aunque no fue su mejor partido, Cristiano sigue demostrando sus aptitudes para el fútbol y el porqué es el actual goleador de la Liga de Campeones, llegó a 11 tantos en siete partidos.