El cierre del mercado invernal, menos en Ligas como la rusa o la turca, fue especialmente agitado en Portugal, donde el Sporting cerró en las últimas horas dos exóticos fichajes: el caboverdiano Héldon, tercer máximo goleador de la Liga portuguesa al servicio del Marítimo, y el medio creativo egipcio Shikabala, del Zamalek.
En el otro grande del fútbol luso, el Porto acabó por no vender al central argentino Nicolás Otamendi, apuntado al Valencia y al Manchester United, al defensa francés Eliaquim Mangala ni al luso-brasileño Fernando Reges, ambos en la órbita del Manchester City.
El líder del campeonato firmó a última hora de anoche una extraña operación por la que vendió por 30 millones los derechos económicos de Rodrigo, internacional sub-21 e hijo del mítico Adalberto (Flamengo), y por 15 los de la promesa André Gomes a un fondo de jugadores controlado por el multimillonario de Singapur Peter Lim.
En Portugal, al contrario que en otros países europeos, donde es ilegal, está permitido que terceros adquieran los derechos económicos de un jugador, que son diferentes de los deportivos o federativos, que pertenecen al club que representa.
Rodrigo y André Gomes seguirán inscritos como futbolistas del Benfica al menos hasta final de la presente temporada, aunque sus derechos económicos ya no pertenezcan al equipo encarnado.
No obstante, el Benfica todavía podría obtener plusvalías de estas operaciones aparte de los 45 millones.
Rodrigo puede contribuir en las arcas del club en diez millones de euros más "en función de las actuaciones deportivas del futbolista", mientras que en el caso de André Gomes recibirá un 25 % de una futura transferencia a otro conjunto, tal y como informó el Benfica al mercado (está obligado a hacerlo por cotizar en Bolsa).
A Lim, que estuvo interesado en comprar el Valencia, le atribuyen estrechos lazos con el portugués Jorge Mendes, representante de Cristiano Ronaldo y Jose Mourinho, entre otros, e intermediario de otras grandes operaciones del Benfica, como la que llevó al Real Madrid al argentino Ángel di María y al luso Fábio Coentrao.
Aparte de Héldon y Shikabala, el Sporting inscribió en el campeonato finalmente al brasileño Elías Mendes, que estaba cedido en el Flamengo y con el que había entrado en litigio, y logró rescindir a pocos minutos del cierre del mercado con el español Jeffrén Suárez, que se marchó al Valladolid.
El ex del Barcelona, de 26 años, pasó los últimos seis meses sin jugar y apenas se estrenaba con el filial del Sporting.
En el comunicado que confirma la rescisión, "los leones" destacaron que el acuerdo permite ahorrar al club 7,2 millones de euros, pues el contrato hasta el 2016 incluía una elevada remuneración para el hispano-venezolano.
En el vigente campeón Oporto, el movimiento más destacado fue la cesión del medio ruso Marat Izmailov al Gabala de Azerbaiyán.
Izmailov, de 31 años, no se entrenaba con el equipo desde hace cuatro meses por "problemas familiares" que nunca fueron explicados.
Entre el resto de clubes, el Sporting de Braga, considerado el cuarto grande, apostó por el emergente mercado colombiano para anunciar el fichaje del joven delantero colombiano Erick Moreno (Millonarios), que será colega de vestuario de su compatriota "Pipe" Pardo, fichado en verano.
El modesto Arouca, un pequeño club del norte de Portugal recién ascendido, contrató al central vasco Ustaritz Aldekoaotalora, que jugaba en el Dinamo de Tbilisi de la Liga de Georgia desde el 2012, cuando llegó procedente del Athletic de Bilbao.
El histórico Belenenses recuperará al delantero luso Carlos Wilson Cachicote da Rocha, Rudy, cedido por el Deportivo de La Coruña.