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El partido contra Millonarios fue la oportunidad de Kaká para pelear la titular

<p> Luego del juego por el Trofeo Bernabéu, el volante brasileño volvió al espectro del Real Madrid, convirtiéndose en uno de los jugadores que lucharán la posición de volante creativo en el club ‘merengue’. </p>

El brasileño, de forma inesperada, retoma protagonismo y se une desde la lejanía a la lucha entre Luka Modric y Mesut Özil por hacerse con un nuevo puesto en el centro del campo.

El jugador que deslumbró en el Milán y que fue fichado a bombo y platillo por Florentino Pérez en el verano de 2009 disminuyó sus apariciones hasta pasar inadvertido en el arranque de esta temporada, en la que José Mourinho todavía no quiso darle minutos en un partido oficial.

La irrupción de Modric, el peso de Özil y las creencias de su entrenador, que en el partido de Liga de Campeones ante el Manchester City decidió prescindir de todos sus mediocampistas creativos, cerró las puertas de un jugador al que Florentino Pérez calificó de "icono" cuyo fútbol "simboliza la máxima expresión de solidaridad y elegancia".

Aquella frase del presidente un día de verano de 2009, durante la presentación del exjugador del Milán, hizo rugir a miles de gargantas que acudieron al estadio Santiago Bernabéu para adorar a un futbolista que tres años después apenas ha mostrado pinceladas del hombre que caminó en 2007 hacia el Balón de Oro.

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Las temporadas han pasado y, pese a algunos momentos de brillantez, no aportó todo lo que se esperaba de él. Las lesiones tampoco le ayudaron. En su primer año, en el curso 2000/10, participó en 25 partidos, sumó 1.815 minutos e hizo 8 goles. En la campaña 2010/11, 14 encuentros, 805 minutos y siete goles. Y el curso pasado, 27 duelos, 1.379 minutos y cinco goles.

Es su cuarta temporada en el Real Madrid y Mourinho todavía no lo hizo debutar en un partido oficial. Vio todos los encuentros desde el banquillo (cinco de la Liga BBVA y uno de la Liga de Campeones). No tuvo ninguna oportunidad. Todo lo contrario que Modric, un recién llegado que pasó por delante de Kaká y en ocasiones ha sentado a Özil.

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Sin embargo, el encuentro ante Millonarios dejó un buen sabor de boca al brasileño y su nombre volvió a sonar para volver a pisar el césped del Santiago Bernabéu, aunque sólo sea para debutar en la presente Liga. Cuajó una buena actuación frente a los colombianos y ésta no pasó inadvertida. Justo después, recibió la llamada de su seleccionador, Mano Menezes, para participar en dos amistosos.

"Estoy volviendo después de dos años y es preciso que recupere mi espacio, entrar en el campo y jugar algunos partidos. Es un nuevo comienzo a los treinta años. Después de haber ganado casi todo, tengo una nueva oportunidad. Quiero aprovechar al máximo el tiempo que tengo aquí, los minutos que tenga en el campo.Todo para estar en el Mundial", dijo el protagonista a Globoesporte.

Kaká recuperó la sonrisa y, además, se convirtió en el invitado inesperado a la lucha entre Özil y Modric. De momento, a Mourinho le gusta jugar con el incombustible Xabi Alonso junto a un centrocampista de contención como Khedira o Essien. A excepción del choque ante el City, siempre hay un tercero destinado a la imaginación y Kaká nunca aparecía.

De repente, aunque de forma más silenciosa que el resto, su figura hizo acto de presencia. Mourinho así lo reconoció tras el partido ante el Millonarios: "Kaká ha hecho méritos para poner su nombre en mi cabeza".

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