"Queremos llegar siempre a las finales y tener opciones hasta el final de ganar títulos y por eso es un partido vital. Y creo que, como todo equipo grande, lo sacaremos adelante", subrayó.
Tras el empate logrado por el Málaga en el último minuto (2-2) en la ida disputada en el Camp Nou, el Barça necesita ganar para pasar a la siguiente ronda.
Cesc es consciente de que el Barcelona no pudo ganar los dos últimos encuentros (perdió 3-2 contra la Real Sociedad en Liga), pero se mostró totalmente confiado en las posibilidades del equipo, que hasta la semana pasada llevaba una racha inmejorable.
"La temporada está siendo muy buena, el nivel de juego y la intensidad también. Sabemos que siempre puede haber algún tropiezo, pero lo importante es reaccionar cuando lo haya. El jueves tenemos una oportunidad para hacerlo", reflexionó.
De pasar la eliminatoria, probablemente los azulgranas se verían las caras una vez más con el Real Madrid. El centrocampista de Arenys de Mar (Barcelona) dijo no pensar en eso, pero admite que le encantaría volver a jugar un clásico.
"Sea en 'Champions' o en la copa comarcal, un Madrid-Barça es distinto a todo. Es el partido que todos quieren ganar. Cuantos más, mejor para el futbolista y el aficionado", aseguró.
Cesc también se refirió a la decisión del meta Víctor Valdés de no renovar su contrato con el Barcelona una vez finalice el 30 de junio de 2014: "Cada uno toma la decisión que toma y lo hace en el momento que lo considera oportuno. Está claro que ha dado mucho margen al club par que busque una solución y eso se ha de respetar. No ha pensado en él sino en el club y en el equipo".
El centrocampista azulgrana no cree que Valdés vaya a cambiar de opinión -"Víctor es un tío fuerte que tiene las ideas claras", apuntó- pero está convencido de que su decisión irrevocable de no continuar no va a afectar ni a su rendimiento ni al del equipo.
"Tendríamos que estar preocupados si lo viésemos cabizbajo o entrenarse mal. Pero más que un jugador que no quiere renovar su contrato, parece un cadete que ha subido con el primer equipo a entrenar", destacó.
En lo referente a su momento personal, cada vez más asentado en el once de Tito Vilanova, Cesc Fàbregas aseguró estar encantado con su progresión en el equipo desde que llegó la pasada temporada.
Para él, una de las claves es sentir que físicamente está en el mejor momento de su carrera: "Físicamente estoy a un tono más elevado que el año pasado, que no hice pretemporada, empecé muy fuerte pero poco a poco se me fue acabando la gasolina".
Además, cree que aun tiene mucho margen de mejora. "Soy un jugador muy joven, tengo 25 años y pienso que los mejores años de un futbolistas están entre los 26 y los 30".