En una entrevista que publica el diario "L'Équipe", Ribéry señaló que arrastra el daño que le causó el año pasado haber perdido la final de 2010 contra el Inter de Milán, en la que el francés no pudo jugar.
"Fue algo difícil para mí. Además, este año tenemos la ocasión de jugar la final en nuestro estadio. Para el club, para nuestros aficionados, sería grandioso lograrlo", afirmó.
Ribéry indicó que será un duelo muy difícil y alabó el estado que atraviesa el Madrid, como demostró con su victoria el pasado sábado en el Camp Nou (1-2).
"Dio un gran golpe. Estuvo impresionante en el plano táctico. Pero creo que también tuvo que ver el hecho de que el Barcelona está muy cansado", dijo.
El francés afirmó que atraviesa un buen momento y dijo que tratará de mostrarlo este miércoles en el Bernabeu.
"Estoy en plena forma, pero no voy a eliminar al Madrid yo solo", dijo en respuesta a su entrenador, el alemán Jupp Heynckes, quien condicionó el pase a la final del conjunto bávaro a un buen encuentro del francés.
"Tendremos que estar unidos y solidarios para clasificarnos. Es un partido muy importante para el club. Tenemos el potencial para pasar. Somos el Bayern. Lo único que tenemos que hacer es no meternos una presión inútil y hacer nuestro fútbol", indicó.
Ribéry advirtió de que el Madrid "será un rival muy duro" que "desde el inicio del partido va sin duda a lanzarse al ataque con todo".
"Si logramos mantener el nivel de juego que mostramos en la ida, conseguiremos algo grande", afirmó.
El francés dio por cerrado el incidente con su compañero de equipo, el holandés Arjen Robben, con quien se peleó tras la ida frente al Madrid en Múnich.
"Todo ha vuelto a la calma. No quiero hablar de eso. Tenemos un partido capital que jugar y eso es lo más importante", comentó.
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