"Yo estuve en Valencia y pocas veces, por no decir ninguna, he visto un ambiente tan hostil", recordó el vicepresidente del Barcelona, Jordi Mestre, a la televisión catalana en la noche del miércoles al margen del partido de la Supercopa de Cataluña, que ganó el Espanyol (1-0). "Lo que debería hacer Tebas es evitar que haya violencia en los estadios. Y no atacar a los jugadores, que son los que dan espectáculo y le permiten vender la Liga en China, Asia o Estados Unidos. Es un ejecutivo de la Liga y debe cuidar a los jugadores", añadió el directivo barcelonista.
Mestre contestaba de esta forma al presidente de la Liga, Javier Tebas, que en una entrevista con el portal Sportyou había sugerido que los jugadores del Barcelona habían fingido.
El momento de la discordia llegó tras marcar Messi el penal que dio la victoria a los azulgranas en el 90+4 cuando los jugadores barcelonistas se acercaron a celebrarlo cerca de la línea de fondo.
En las imágenes de televisión se ve a Neymar encararse a la grada y poco después una botella cae entre la piña de jugadores, echándose al suelo Neymar y Luis Suárez.
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"Parecía un juego de bolos... igual sintieron el agua", dijo Tebas, añadiendo que "miles de niños, millones de niños en el mundo nos están viendo. Mis hijos, si me ven haciendo alguna cosa de fingir o algo, a mí me daría vergüenza luego cuando los fuera a ver".
El máximo mandatario de la Liga también censuró las supuestas provocaciones de Neymar asegurando que "a mí no me gusta No sé si fue Neymar o quiénes fueron, pero esas conductas hay que evitarlas. Cuando te ve tanta gente tienes que intentar evitarlo. No me gusta lo que pasó".
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Preguntado sobre este asunto, el técnico del Barcelona, Luis Enrique Martínez dijo: "Ni escucho ni leo nada, no merecen mucha atención mucho estos temas, no me interesa en absoluto, sobre todo viniendo de quien viene. Nosotros a lo nuestro, jugar a fútbol, disfrutar de nuestra profesión, el resto se nos escapa".
El joven que lanzó la botella, un menor de edad, ya fue identificado y en una carta difundida por una radio valenciana pidió perdón al Barcelona y al Valencia, pero insistió en la provocación de los jugadores azulgranas.
"Desde el momento en que lancé la botella supe el error que cometí, pero también vi cómo Neymar nos insultó y nos provocó a todos los aficionados del Valencia que habíamos estado gritando a nuestro equipo hasta el último suspiro", aseguró.
"Una botella que a pesar de estar prácticamente vacía bastó para que no solo uno, sino cinco jugadores fingieran el contacto", añadió, antes de concluir que "pido perdón al Barcelona y sobre todo al equipo de mi vida".
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El árbitro del encuentro reflejó en el acta los incidentes, por lo que el Comité de Competición, el órgano disciplinario de la Federación Española de Fútbol (RFEF), podría sancionar al Valencia por estos hechos.