Gamero, cumplidor, tranquilo y ‘despelucado’: los recuerdos de sus excompañeros en Millonarios

Hugo Galeano, Wilman Conde y Nilton Bernal fueron campeones en 1988 con el hoy entrenador del cuadro ‘embajador’. Contaron cómo era el samario en su época de futbolista, rememoraron anécdotas y le desearon lo mejor en esta nueva etapa de su carrera.

‘Tito’ o ‘Gamerito’, así es Alberto Gamero, el nuevo técnico de Millonarios, para los amigos que le dejó una vida dedicada al fútbol. “También le decíamos ‘Bimbo’, como los pavos, porque se le pega la lengua al hablar. Todos lo molestábamos por eso”, contaron a GolCaracol.com las personas que conocen al samario dentro y fuera de las canchas.

Ellos son Hugo Galeano, Wilman Conde y Nilton Bernal; quienes compartieron con Gamero en Millonarios y vivieron de primera mano todo el proceso como jugador y ahora como entrenador, del estratega de 55 años.

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Todos coinciden en una cosa. “Gamero ama a Millonarios y lo que más deseamos es que triunfe. Se lo merece”. Además, resaltan el proceso que ha tenido el samario, quien siempre soñó con el lugar en el que esta; pero para llegar allí tuvo que pasar por Chicó, Rionegro, Junior y Tolima; logrando tres títulos y ganándose un merecido reconocimiento en el rentado nacional.  

Hugo Galeano y el lado personal de Gamero

“Es una persona muy tranquila. Con la alegría característica de los costeños, pero nunca una persona de rumba, ni esas cosas. Siempre nos reuníamos a comer, era alguien social y familiar. Nos la llevábamos muy bien. Por ahí antes de los partidos sí le entraba la ansiedad y se desesperaba por entrar al campo. Como jugador era más agresivo, pero lo hacía de gran manera”.

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Wilman Conde, compañero dentro y fuera de la cancha

“Estuve con él en tres equipos: Millonarios, Envigado y Medellín. Fue un futbolista integro, un gran ser humano. Me alegra mucho por ‘Tito’ esto que le esta pasando. En 2001 cuando yo era asistente de Diego Umaña en Millonarios y él estaba en la cantera del Chicó, hablamos mucho. Compartiamos varios conceptos. Ojalá puedan brindarle las herramientas que necesite, porque tiene la oportunidad maravillosa de dirigir al equipo más grande del país”.  

Nilton Bernal, su ‘panita’

“Le dio duro inicialmente llegar de Santa Marta, el entorno de la ciudad lo afectó. Pero ya después se fue acostumbrando y también ayudó que llegó a una gran familia que éramos nosotros. Nunca lo he visto bravo, pero para levantarse siempre era un problema. Antes de acostarse parecía un ritual acomodándose su cabello y por la mañana era un ‘despeluque’ completo. Era muy chistoso cómo se veía con el pelo todo alborotado”.