Un incendio aparentemente intencional destruyó la entrada de la casa de la aficionada del Gremio, acusada de haber proferido insultos racistas contra el portero del Santos, informaron fuentes oficiales.
Los abogados de Patricia Moreira da Silva aseguraron que el incendio fue provocado por desconocidos que vienen amenazando a su cliente desde que el Gremio fue sancionado con la eliminación de la Copa do Brasil, el segundo torneo en importancia del país, por la conducta racista de sus aficionados.
La joven fue la primera identificada entre un grupo de hinchas del Gremio que le gritó "mono" a Aranha durante un partido con el Santos por octavos de final de la Copa do Brasil.
El incendio se registró en la madrugada del viernes en Porto Alegre, ciudad del sureño estado de Río Grande do Sul en la que el Gremio tiene su sede, y fue rápidamente controlado por vecinos, que impidieron que el fuego destruyese la vivienda.
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Los bomberos dijeron no haber establecido hasta ahora las causas del incendio pero admitieron que hay indicios de que fue provocado y tuvo intenciones criminales.
Moreira da Silva, que fue despedida de su cargo como dentista de un cuartel policial por el incidente y enfrenta cargos de racismo en la justicia, abandonó la residencia desde hace dos semanas atemorizada por las amenazas que ha recibido.
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La misma vivienda, que fue abandonada y ofrecida en alquiler, ya había sido apedreada por hinchas que acusan a Moreira da Silva de haber sido la responsable por la dura sanción que sufrió el Gremio por la actitud racista de parte de sus aficionados.
"Nos enteramos con inmensa tristeza. Quieren administrar justicia con sus propias manos. Crímenes están siendo cometidos con la justificativa de vengar el supuesto crimen que pudo haber practicado Patricia", afirmó el abogado de la aficionada, Alexandre Rossato.
La hincha negó ser racista y le pidió disculpas públicas a Aranha, que rechazó una petición para encontrarse con la autora de los insultos.
"Yo no soy racista. Cuando lo llamé 'mono' no tenía una intención racista. Fue el calor del partido. Gremio iba perdiendo y me dejé llevar por la pasión. Nunca quise perjudicar al Gremio. Le pido disculpas a Aranha", afirmó la joven, entre sollozos, en entrevista a un programa de televisión la semana pasada.
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Además de las amenazas contra su vida, la aficionada también recibió amenazas de violación sexual a través de diferentes redes sociales, de las cuales ya ha eliminado sus perfiles.
Además de ser excluido de la Copa do Brasil, el Gremio fue multado en 50.000 reales (unos 22.000 dólares), aunque el club de Porto Alegre tiene derecho a presentar un recurso.
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