Un zurdazo de José Angulo en el minuto 63 encaminó el juicio para los locales, en un encuentro en general sin gracia que no se animó hasta la última media hora.
En el 90+1, Junior Sornoza convirtió un penal que le pone las cosas más difíciles al 'millonario', que será anfitrión en la vuelta el próximo jueves en Buenos Aires.
Ambos equipos saltaron al terreno de juego del Olímpio Atahuapa con camisetas de "Fuerza Ecuador" y "Todos somos Ecuador", en homenaje a las víctimas y damnificados por el devastador terremoto del 16 de abril.
El Independiente del Valle, cuya directiva decidió donar toda la taquilla para los trabajos de reconstrucción tras el sismo, saltó con un planteamiento más ofensivo, un 4-4-2 para sacar el máximo provecho a los 2.800 metros de altitud y sorprender así al actual campeón de la Libertadores.
Pero fue un primer tiempo gris, con poca dinámica en el toque de balón y ninguna verticalidad para crear oportunidades.
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Se notó que los argentinos salieron con espíritu conservador, para arriesgar lo más mínimo y poder resolver la llave en su casa.
Las pocas ocasiones de gol del primer tiempo se concentraron en el primer cuarto, como un centro de Cabezas a Angulo para los locales y un fantástico pase que D'Alessandro se sacó de la manga, pero que Driussi no supo aprovechar.
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En la segunda mitad, River cambió a D'Alessandro por Mora para reforzar el centro del campo en los extremos, y frenar así las llegadas de los locales.
Pero lo que hizo ese cambio fue potenciar la fricción entre ambos equipos, lo cual estimuló el juego y las internadas a uno y otro lado empezaron a hacerse frecuentes, sobre todo del lado ecuatoriano, acostumbrado a la altura.
Hasta que un centro por la banda izquierda que no alcanzó a rechazar la defensa argentina llegó a las botas de José Angulo -estrella del partido-, que se sacó un zurdazo que se coló como un misil en la portería de Barovero.
En el último cuarto de hora de partido, River se fue hacia arriba para tratar de arañar un gol que le aliviara la vuelta, e incluso desaprovechó varias oportunidades, como un cabezazo de Alario a un balón centro al borde del área chica o un zurdazo de Mora que atajó con maestría Azcona.
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Pero un penal clarísimo al final del partido convertido por Sornoza -que en el 75 había estrellado un balón en el poste- fijó una noche maravillosa para los ecuatorianos, que alcanzaron por primera vez los octavos de final de la máxima competición continental.
"Pudimos sacar ventaja de la altura, gracias a Dios nos salió la cosa bien y ahora el jueves que viene a darlo todo. Vamos a tratar de hacer las cosas de la mejor manera", dijo Angulo, el autor del primer gol, al terminar el partido.
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