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En la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones que los ‘blues' disputaron este miércoles frente al Benfica, Terry tuvo que abandonar el campo porque "no podía respirar".
Este jueves, el defensa pasó una revisión que reveló cómo dos de sus costillas quedaron fracturadas el 27 de marzo, en el encuentro de ida contra los portugueses, algo que, según el jugador, no le impedirá seguir jugando.
Terry, que disputó los 90 minutos el sábado pasado contra el Aston Villa, no jugará este fin de semana en la visita del Wigan a Stamford Bridge, pero espera estar disponible para el técnico Roberto Di Matteo el próximo lunes, cuando los ‘blues' se enfrentan al Fulham.
"Recibí un codazo en el partido de ida (frente al Benfica), y los médicos pensaron que me podía haber roto dos costillas. Yo dije que estaba bien, pero después, en la vuelta, comencé a sentirme peor y no podía respirar. Nunca me había sentido así", narró el jugador.
"No creo que esto signifique que estoy descartado. Sencillamente, es una situación que hay que gestionar. La verdad es que cuando se trata de las costillas no hay nada que puedas hacer. No puedes recibir un masaje en la zona para sentirte mejor", afirmó el defensa.
El inglés jugó un papel destacado en los minutos iniciales del choque de anoche frente al Benfica en el que los ingleses sellaron su pase para las semifinales de la Liga de Campeones.
El Chelsea se prepara para disputar, el próximo 18 de abril, la semifinal de la máxima competición europea contra el Barcelona, una ronda que reditará el controvertido choque de 2009 entre ambos equipos, que el español Andrés Iniesta decantó del lado catalán con un gol en el último minuto.
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