La victoria es lo que cuenta y sirve, pero el 1-0 sobre el Cali del Atlético Junior no puede ocultar que este tiburón no es el mismo que dio la vuelta olímpica en diciembre: le falta pegada, le falta peso en el área, no tiene gol. Por eso no extraña que el 1-0 hubiese llegado en el minuto 92 y a través de un jugador ajeno a las áreas como Héctor Quiñones.
Lo curioso es que esa presencia ofensiva que le falta al tiburón sí que la tiene el Deportivo Cali. El verde que perdió en Barranquilla no es el mismo equipo débil y triste que fue humillado por Nacional en la primera fecha, pero en este arranque de la cuarta le perdonó la vida al campeón y eso le pasó factura en los últimos cinco minutos.
Porque el 1-0 no puede ocultar que el equipo que tuvo más y mejores opciones fue la visita. Cali le apostó desde el comienzo a aguantar en defensa, darle la pelota a 'Caracho' Domínguez (qué buen regreso el de este volante para el fútbol colombiano) y que éste surtiera de pelotazos a Cristian Nazarit y Félix Micolta.
Las dos torres fueron una pesadilla para la defensa local, a la que arrastraron a placer, sin mencionar que cada centro fue una maldición que exigió a Viera. Pero algo tiene que hacer Insúa con la definición pues las opciones perdidas fueron para rosario: el cabezazo de Payares que Gómez sacó de la línea (15'), el mano a mano de Nazarit que se fue por fuera (20'), la que se perdió Micolta minutos después, el que Domínguez botó cerrando la primera parte...
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El segundo tiempo fue incluso peor: al 49 Nazarit quedó solo frente a Viera en un mano a mano de vida o muerte, y su remate no alcanzó si quiera a engañar al uruguayo que le ganó el duelo de forma épica.
Mientras, Junior dependía del cambio de velocidad de Sherman Cárdenas y Vladimir Hernández, a la vez que Giovanny buscaba la forma de habilitar a un Páez que evidentemente no está cómodo en ese esquema diseñado para el ya ausente Bacca.
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El tiburón tuvo un flojo primer tiempo y, si bien en el segundo se vio mejor, su única arma era la media distancia, que siempre encontró bien parado a Leandro Castellanos. 'Cheché' trató de darle profundidad con el ingreso de Cortés por Cárdenas, pero el 0-0 parecía cantado hasta que Quiñones se coló por izquierda y, en la primera jugada de área de todo el partido para el dueño de casa, puso el 1-0.
Llas opciones perdidas castigaron al Cali al minuto 92, y con uno de esos goles que no dan tiempo para respuesta el campeón sumó su primera victoria oficial del año. Ya era hora, por supuesto, pero ojo: a pesar de los tres puntos y el Carnaval, Junior nos sigue debiendo.