"La Liga está acabada. Perder en casa ante el Atlético es golpe muy duro. Tengo plena confianza en los jugadores. Luego el próximo año cambiará y va a haber cambios", dijo Zinedine Zidane, una vez se acabó el clásico madrileño en el Santiago Bernabéu.
"Hay un partido el miércoles, no me voy a volver loco tampoco. Es un momento difícil pero tenemos que tener profesionalidad. El Real Madrid nunca se va a rendir. Tengo que buscar soluciones. No me lo esperaba, es la primera derrota en casa", añadió el técnico francés que ya piensa en el futuro de su equipo.