Utilizare este primer párrafo para agradecer a www.golcaracol.com por el espacio para opinar sobre mi pasión más grande que es Millonarios. Segundo para dejar por sentado, que aquí no habrá espacio para ser políticamente correcto. Hincha es corazón, corazón es pasión y pasión es mandar la razón a los escritorios de quienes quieren pasar por caerle bien a todos (incluyendo a quienes atacan a Millonarios). Aquí desde EL FAMOSO EMBAJADOR no se tendrán puntos medios por respeto a la pasión que genera nuestro amado Millonarios. Somos 100% hinchas de Millos, a toda hora y en todo momento. Ese es el corazón de los hinchas azules.
Ese corazón hace que transportemos los sentimientos por Millos a todos los ámbitos de nuestra vida. El corazón azul se despierta y pide a gritos una noticia sobre el equipo. Buscamos en la radio, el periódico matutino y en las redes sociales algo que calme el latir de ese corazón embajador. Camino a nuestro trabajo repasamos nuestras labores diarias, hasta que vemos a alguien con la camiseta azul y blanca en cualquier esquina de nuestra amada ciudad y de inmediato este corazón azul, hace que una sonrisa se escurra en nuestro rostro.
Las oficinas a lo largo del día se convierten en corrillos de polémicas. Siempre los hijos vecinos de patio, más el resto de envidiosos de nuestra grandeza, nos buscan para que hablemos de lo que ha pasado en el futbol dominical. Hoy por hoy no lo hacen tanto como antes, pero en sus rostros se ve la cara de frustración y amargura porque Millonarios está por encima en la tabla. Son días felices sin duda. Conozco casos de amigos y amigas que son definidos, en oficinas de cientos de personas, únicamente por que son hinchas de Millonarios.
Nuestras familias también comparten este corazón. Padres o madres que nos inculcaron este sentimiento profundo, hermanos y primos que acompañan en el estadio nuestra pasión y los hijos que desde pequeños ya sienten que Millonarios hace parte de ellos como un vínculo que jamás se romperá. Ese es el corazón que les ofrecemos a los once jugadores cuando saltan a una cancha. No es un corazón de 90 minutos. Es un corazón que desde que nos levantamos hasta el final del día está constantemente en función de la pasión por nuestro millos querido.
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La ilusión por que el 2012 sea el año de romper la racha de títulos está presente como nunca en muchos años. Un buen cuerpo técnico con jugadores comprometidos con la hinchada y los directivos, para llevar a buen puerto las ilusiones de estos corazones. Estos corazones que en lo que queda del año no pararan de alentar para que las alegrías continúen. Estos corazones que han estado al lado de Millonarios en los momentos difíciles. Estos corazones que sin importar cuán lejos estén de casa, siguen con fervor al equipo que los enamoró. Estos corazones que sienten las glorias pasadas como motores para seguir junto a los embajadores. Estos corazones que al unísono gritan: VAMOS MILLOS CARAJO¡¡¡¡¡¡¡¡
MINUTO FINAL: No podemos seguir siendo los chivos expiatorios de la administración distrital para el tema barras. La sanción con la Blue Rain es excesiva y apunta más a un golpe mediático que a un hecho que aporte al fin de la violencia en los estadios. Cuando veremos a nuestro “omnipotente” Alcalde mayor ir a un barrio de Bogotá y conocer en realidad sobre el fenómeno del barrismo?
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MAURICIO GORDILLO
@MAUGOR