El City, que con este resultado empata momentáneamente con el United en el liderato de la Premier, estuvo muy ofuscado de cara a puerta y aunque dominaron el esférico, crearon pocas ocasiones claras y solo pudieron igualar el gol visitante con la pena máxima anotada por Tévez en el minuto 41.
En uno de los partidos más complicados de la temporada, contra un rival siempre resistente y que lucha por entrar en Europa, el técnico Roberto Mancini sorprendió al dejar en el banquillo al argentino Sergio Agüero y al italiano Mario Balotelli, quien abrió la lata en el último partido ante el Wigan.
A pesar de dominar claramente el balón desde el inicio, la posesión del Manchester City era infructuosa y apenas causaba peligro en el área del Everton, muy cómodo en la contención y valiente a la hora de buscar la portería del inglés Joe Hart.
La mayor agresividad del Everton se materializó en el marcador a la media hora de juego cuando el belga Marouane Fellaini cabeceó un centro de Leighton Baines. Aunque Hart salvó el remate con una fantástica intervención, el rebote volvió al centrocampista belga que anotó a placer el primer tanto de los suyos.
Al verse abajo en el marcador y con la presión del Etihad Stadium, los ‘citizens' reaccionaron y buscaron con más ahínco la portería rival, especialmente a través del ‘Apache' Tévez, que parecía el único con la garra necesaria para perforar el arco rival.
Tras poner en aprietos en dos ocasiones a la defensa rival, el argentino encontró su oportunidad de empatar el encuentro desde el punto de penalti, después de que el árbitro señalara la pena máxima por un agarrón de Fellaini al bosnio Edin Dzeko en la salida de un córner.
El "Apache", dada la ausencia de Agüero, asumió la responsabilidad y engañó al portero estadounidense Tim Howard con un disparo por el centro del arco cuando expiraba el primer tiempo.
Con el español David Silva y el marfileño Yaya Touré manejando el balón en el medio del campo y Dzeko y Tévez desmarcándose constantemente, el City dispuso de algunas ocasiones de adelantarse en el segundo tiempo.
Pero bien por la imprecisión de los jugadores ‘citizens' o por la inspiración del estadounidense Howard, muy seguro bajo palos, el gol de los locales no terminaba de llegar.
La resistencia de los de Liverpool, que consiguieron achicar el peligro de su área, minó la confianza del City en la victoria así como la creatividad de su entrenador, Roberto Mancini, que se limitó a cambiar las piezas de ataque: Agüero por Tévez y Balotelli por Dzeko.
Durante los últimos minutos, los ‘citizens' asediaron el área rival con más ímpetu que buen juego pero no consiguieron alterar el marcador, que les brindó un empate con el que pierden fuelle en la lucha por revalidar el título liguero.
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