Según informa este lunes el club italiano en un comunicado, el futbolista sufre una distensión muscular de primer grado en el bíceps femoral izquierdo, diagnóstico al que los médicos llegaron tras realizarle una ecografía.
El jugador tuvo que ser sustituido con un intenso dolor y entre evidentes muestras de rabia durante la primera hora de juego del partido.
Los médicos del Nápoles, club al que llegó el argentino en 2007 procedente del San Lorenzo de Almagro, estiman un tiempo de recuperación para el futbolista de entre cuatro y cinco semanas.