Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el delantero madridista se enfrentará a un juicio rápido, en una fecha que no se hizo aún pública, después de que Benzema pidiera el aplazamiento del mismo, fijado el pasado martes, al alegar que ese día estaba convocado por su club para el partido de las semifinales de la Copa del Rey.
Benzema se enfrenta a una posible pena de prisión de tres a seis meses de duración o a una multa de seis a 12 meses con una cuantía que decide el magistrado, además de la retirada del permiso de conducir entre uno y cuatro años como máximo, lo que obligaría al jugador a volver a obtener el carné.
El delantero fue cazado por un radar móvil en la madrugada del 3 de febrero situado en la M-40, en el término de Pozuelo, circulando a más de 200 kilómetros por hora, más del doble de la velocidad máxima permitida en esa vía interurbana, 100 kilómetros por hora.
Un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT) explicó a Efe que debido a la excesiva velocidad a la que conducía, Benzema no fue parado posteriormente en el dispositivo instalado, por lo que niegan las informaciones que aseguran que fuera detenido en el control y sometido a una prueba de alcoholemia con resultado negativo.
Publicidad
Tampoco consta a la Guardia Civil de Tráfico que el mismo radar cazara al volante a 260 kilómetros por hora a otro jugador madridista.
Lo que sí han asegurado fuentes de la DGT a Efe es que los agentes pararon en este control rutinario y de forma aleatoria a otros dos futbolistas del club, cuya identidad no fue revelada, y que continuaron su viaje tras conducir a una velocidad adecuada y no cometer ninguna infracción.
Publicidad
En el caso de Benzema, los agentes, al no identificar al conductor porque no fue parado, notificaron la infracción a la Jefatura Provincial de Tráfico y trasladaron a la Fiscalía el expediente.
Fue Audi, propietaria del vehículo, quien identificó a Benzema como conductor habitual de ese turismo, han añadido las mismas fuentes.