La Copa del Rey, la competición a la que se agarró Mourinho en su primer año para justificar que su presencia aseguraba títulos y acercar al Real Madrid al Barcelona con la conquista de la edición 2011, puede ser el broche a la etapa del técnico portugués en el banquillo blanco.
Tras conquistar una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España, Mourinho puede dar su segunda competición copera, la decimonovena de la historia del Real Madrid, para acercarse a las 26 coronas del 'rey de copas', el Barcelona, y las 23 del Athletic Club de Bilbao.
Maquillaría una temporada en la que el Real Madrid se dejó llevar en Liga, sin la motivación con la que conquistó la pasada temporada la 'Liga de los récords', y de nuevo volvió a quedarse a puertas de la final, por tercer año consecutivo, en Liga de Campeones. La Copa se ha convertido en el todo o nada y la opción de Mourinho de despedirse ganando.
Sus enfrentamientos personales con buena parte del vestuario hacen difícil su continuidad. Su deseo de regresar al fútbol inglés complica la opción de que cumpla los dos años de contrato que le restan. Se despedirá con un once condicionado por la situación actual. Con el capitán Iker Casillas en el banquillo y sin el portugués Pepe en el centro de la defensa, castigado desde que realizó unas declaraciones posicionándose del lado del portero, al que pidió respeto en el trato que le da el cuerpo técnico en sus comparecencias.
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La lesión de Raphael Varane provocará que el titular sea Raúl Albiol, jugador que apenas ha contado esta temporada, eclipsado por la explosión del central francés. Recupera a tiempo el técnico madridista a dos jugadores claves que forzarán para jugar la final. Son Sergio Ramos, lesionado en el intento de remontada ante el Borussia Dortmund, y Mesut Özil, que se dañó el tobillo hace nueve días.
Más dudas dejan jugadores que regresan también de sus lesiones de mayor duración. Álvaro Arbeloa y Marcelo no estarán como laterales. Sus puestos los ocuparán Michael Essien y Fabio Coentrao. La plantilla deja de lado el pulso con su entrenador y se ha conjurado para ganar el título. No ha habido una preparación especial, ni arengas de Mourinho. Los jugadores han optado por una comida de unión antes de la gran cita.
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El equipo madridista lo completará Diego López en portería, que pasa de jugar la competición con el Sevilla al sueño de conquistarla con papel de protagonista principal en el Real Madrid, un centro del campo formado por Sami Khedira y Xabi Alonso, con la magia de Özil en la media punta, dos extremos veloces como Ángel Di María y Cristiano Ronaldo, que tiene tomada la medida al vecino, más Karim Benzema en la zona del nueve.
Enfrente, el Atlético tiene varias deudas pendientes: en la Copa, una competición que no gana desde hace 17 años, en la que ha perdido sus últimas tres finales; con la afición en este torneo, ya que en la memoria pervive el ánimo que le brindaron 60.000 seguidores en el Camp Nou tras perder en 2010 con el Sevilla; y en los derbis.
No vence el conjunto rojiblanco a su 'eterno' rival desde el 30 de octubre de 1999. Desde entonces se han disputado 25 derbis, ninguno con triunfo del Atlético, que ahora apela a su mejor curso desde el 'doblete' y a su indudable solvencia en las finales jugadas bajo el mando del argentino Diego Simeone durante el pasado año.
Tampoco partía como favorito contra el Athletic, en la Liga Europa, ni frente al Chelsea, en la Supercopa continental, pero se adueñó de ambos títulos en 2012 con dos actuaciones impecables y dos goleadas incontestables: 3-0 y 1-4, respectivamente. Es el discurso que surge esta semana del vestuario para esta trascendental cita.
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Simeone, cuyo equipo ahora aspira a su décimo título de Copa y a su quinto trofeo en los últimos tres años, es un especialista en las finales. Dos jugadas y dos ganadas con el Atlético. Cuida hasta el más mínimo detalle. De momento, ya ha recuperado el espíritu del 'doblete' con una concentración en Los Ángeles de San Rafael, al estilo de la que vivió como jugador antes de la mágica tarde contra el Albacete con la conquista del campeonato liguero en mayo de 1996.
Ya tiene definido su once para este viernes desde hace días. Recuperado de una dorsalgia Mario Suárez, que será la elección del técnico por delante de Tiago Mendes para el medio centro titular en el encuentro de este viernes, no tiene bajas por lesión ni por sanción para enfrentarse al Real Madrid y, por tanto, contará con su once tipo.
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Ahí lucen su ataque y Radamel Falcao. Es un finalista infalible con el Atlético. Ha ganado las dos y ha marcado cinco goles entre ambas, una garantía para el equipo rojiblanco, que completará su frente ofensivo con Diego Costa, Arda Turan y Koke Resurrección, secundados en el medio del campo por Gabi Fernández y Mario Suárez.
Para Falcao, el de este viernes podría ser también su último juego vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid, después de que tomaran mucha fuerza las versiones de prensa sobre su traspaso al Mónaco francés, afirmaciones que ha negado el futbolista.
También se destaca en el Atlético esta temporada su defensa, la retaguardia menos goleada de este curso de Liga e invariable, salvo lesiones o sanciones, durante toda la campaña, con Thibaut Courtois en la portería, con Juanfran Torres y Filipe Luis en los laterales y con Diego Godín y Joao Miranda en el centro.
Alineaciones probables:
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Real Madrid: Diego López; Essien, Sergio Ramos, Raúl Albiol, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema.
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda, Mario, Gabi, Koke; Diego Costa y Falcao.
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Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés).
Estadio: Santiago Bernabéu.
Hora: 21:30 (2:30 p.m. de Colombia).