Tal vez el emotivo arranque del partido, con los dos equipos corriendo a todo pulmón y peleando cada centímetro de la cancha y todos los balones, nos engañó a todos. Pintaba para un clásico memorable, pero al final el Santa Fe vs. Millonarios terminó siendo un partido de esos que en los potreros bogotanos llaman "de enguayabados": pocas ideas, pocas opciones, piernas algo pesadas y pases sin mucha claridad.
Claro, aún falta que los dos equipos entren en ritmo, y para haber sido el primer partido del año quedan cosas realmente interesantes. Esto apenas comeinza...
Por ejemplo, por el lado azul dejó una muy grata impresión Wilberto Cosme. El delantero llegado hace poco de equidad fue el encargado de complicar a la defensa santafereña desde el primer minuto gracias a sus carreras explosivas siempre buscando los espacios o generar errores en el contrario.
Así llegó el primer gol: Cosme no dio un balón por perdido y le ganó la espalda a Meza que, sin el respaldo de Centurión, quedado en la jugada, se tuvo que tirar al piso infantilmente para tocar al atacante embajador. Fue penal y Nelson Ramos lo hizo efectivo al minuto 20 con un zapatazo tremendo en el que se desquitó por el gol de cabeza que su colega y rival Camilo Vargas le hizo en el último clásico.
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Millonarios, con un Mayer Candelo sin ese toque que lo hace especial y con Orlando Berrío perdidísimo, se sostuvo en las interesantes salidas de 'Leticiano' Mosquera por izquierda, quien siempre alimentó a Cosme.
Santa Fe, por el contrario, se mostró mucho mejor estructurado en términos de dominio de la pelota y Omar Pérez cada tanto organizaba grandes tocatas para avanzar. El problema es que no había mayor profundidad y que, tal como pasó en el 2011, al rojo le faltó un centro delantero que aprovechara la lentitud y falta de coordinación de los improvisados centrales azules Henríquez e Ithurralde.
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Precisamente en un error juvenil de Henríquez llegó el penal que Pérez convertiría para el 1-1. Si Ramos le apostó a la potencia, el 10 argentino le respondió con clase y fuerza para engañarlo totalmente e igualar la serie al minuto 36.
No era del todo un mal partido, teniendo en cuenta el contexto de la fecha, pero era claro que faltaba área, opciones en ella, motivos para levantarse del asiento a gritar. Pérez tuvo el 2-1 al 59 cuando quedó solo frente al arco en un tiro de esquina, pero él, el más talentoso de los rojos, la tiró a las nubes cuando quisodefinir de primera.
Millos ingresó a Urbano quien movió la defensa rival sin mayor preocupación, y Santa Fe le dio juego a Cardona, que tuvo un par de remates y una pared genial que no terminaron en gol por falta de veneno.
El empata estuvo cantado casi que hasta el final, pero Erik Moreno hizo lucir a Vargas en el 89 con un remate angulado que el golero rechazó magistralmente. Como dicen algunos narradores, no hubo tiempo para más y el 1-1 supo a poco. Pero es la primera fecha, esto hasta ahora empieza y los dos grandes de Bogotá van tomando ritmo.
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Como van las cosas, cuando lo tomen seguramente volveremos a tenerlos peleando las cosas serias.
Repase acá las estadísticas del partido.
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