Se suponía que el domingo era el día de resurrección, pero Santa Fe, haciéndole todo el honor a su nombre y aprovechando que el calendario lo puso a jugar el sábado en la noche, se dio el gusto de demostrar que está vivo, que el semifinalista del semestre pasado no se ha ido y que las dos victorias anteriores, que con esta le dan nueve fechas de invicto, no son gratis.
Fue un 4-0 claro, contundente, sin discusión. ¿Que la defensa de Wilson Gutiérrez pierde la concentración? Esta vez anuló al que era el goleador del torneo, Milton Rodríguez. ¿Que el equipo no sabe guardar resultados? Los leones hicieron el primero, nunca dejaron de buscar el segundo y, además, quisieron seguir de lejos para el tercero y cuarto. ¿Que no hay un 9? Diego Cabrera marcó dos y se fue en medio de los aplausos del público.
Fue una noche redonda, casi bíblica para un Santa Fe que tenía al frente nada más y nada menos que al líder del torneo, que llegaba con la mejor defensa del campeonato: sólo 4 goles en contra en los diez partidos disputados. Por eso es tan significativo que el rojo le doblara la cuota en un solo juego a los dirigidos por su ex técnico Néstor Otero.
Huila comenzó sólido e incluso pudo abrir el marcador al minuto 9 cuando Jonathan Álvarez no pudo vencer a Camilo Vargas en un mano a mano. Pero fue lo único que tuvo, pues luego perdió el medio campo, no entregó bien la pelota y, error de errores, no marcó a Omar Pérez que, otra vez enorme, le hizo la fiesta.
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Al minuto 22 Cabrera anotó aprovechando una pelota quieta muy bien cruzada, a la que le llegó para definir a lo crack frente a Luis Estacio. Esa estrategia, las bolas cruzadas y el trabajo fijo de la semana, fueron una pesadilla para el Huila en la primera parte.
Santa Fe tuvo a Sergio Otálvaro como un pistón constante por su costado, a Juan Daniel Roa muy dinámico en el medio campo y a un Jonathan Copete enorme generando espacios. Ellos fueron los grandes socios de Pérez, Cabrera y, en general, de todo el equipo que esta vez actuó como tal.
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Por eso no extrañó que el segundo gol llegara en una jugada colectiva. Cabrera tiró una bola cruzada a Copete que, en una extraña muestra de cabeza fría para alguien tan joven, aguantó la marca y se la pasó a Oscar Rodas que, solo en el medio del área, remató a placer y puso el 2-0 al 69.
Ahí el Huila se vino al piso y por primera vez en el año vio venir un gol tras otro. Al 72 Cabrera puso el 3-0 para luego salir por Edwin Cardona, que al 80 puso el 4-0 en una gran definición mano a mano con Estacio.
Fue una Semana Santa, pero de Santa Fe: 2-1 al Junior y ahora 4-0 al Huila, nueve fechas de invicto, 18 puntos y tranquilidad entre los ocho... y lo mejor es que no es milagro, es cuestión de paciencia y trabajo. Ya se sabe que el que lo merece, llega al cielo.
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