Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Gol Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
No, gracias.
¡Claro que sí!

Publicidad

Ser campeón para ser campeón

Ya son 18 títulos. 18 vueltas olímpicas. Ser hincha de Atlético Nacional es un privilegio que va más allá de amar al equipo más ganador de país. Pensar que hay equipos, y lo digo como mucho respeto, que han luchado toda su existencia y no saben lo que es dar la ronda del campeón. El hincha de Nacional es un privilegiado y el título de la Copa Colombia es otra alegría más, una que estaba pendiente, el problema es que para el cuadro verde siempre habrá algo “pendiente”. Es el precio de la grandeza. Analizar el partido de la final sobra. La superioridad del campeón fue notoria y la justificación de este título no merece ni un margen de duda. Hay que mirar más allá, hay que escudriñar lo que costó obtenerlo y el plus que genera. No en vano, no hay que olvidar, aún con el tufo de la victoria encima, que el equipo de Juan Carlos Osorio está ad portas de enfrentar la fase semifinal del torneo que da estrella. Del más importante. Soy de la siguiente tesis: Nacional por historia y grandeza debe ganar todo lo que se le ponga enfrente. Pero hay que tener sensatez en las evaluaciones. Yo, por ejemplo, gano la Superliga y aplaudo, gano la Copa Colombia y celebro, gano la Liga, una estrella más, y me enloquezco, gano la Suramericana o la Libertadores y no sé en cuántos días regrese a la casa. Ni hablar de ganar un Mundial de Clubes… Pero con la Copa Colombia la cosa es curiosa. Salvo Equidad, todos los hinchas de los equipos que la han ganado han renegado de ella antes de tener en sus manos el trofeo. La ganó Cali, Santa Fe y Millonarios y todos la menospreciaron cuando no la tenían. Nosotros, los verdolagas, fuimos iguales. Pero llámela Copa Colombia o Trofeo de San Bonifacio, lo que sea, para Nacional este “oasis” de victoria cae como anillo al dedo. Este equipo no llenaba la retina, el técnico era incomprendido, los hinchas no entendíamos la tal rotación, las lesiones eran pan de cada día, en casa se jugaba pésimo, en fin, razones en contra sobraron. Pero poco a poco, confiando en la fortaleza de su trabajo, el conocimiento del grupo y con mucha paciencia, el técnico Juan Carlos Osorio se mantuvo firme y hoy celebra dos títulos desde que llegó a Nacional. Ahora se vienen los cuadrangulares y el candidato es el cuadro verde. Viene de ser campeón, su nómina está intacta (salvo la lesión de Duque y Armani), la hinchada está en comunión con el equipo y el nivel de juego es muy bueno. Todo a favor, poco o nada en contra. Ojo, repito, Nacional es firme candidato para ser campeón de la Liga Postobón y colgar la estrella 12 en el escudo. Somos unos privilegiados, somos del verde, somos felices. Seguir a @poterios

  • Publicidad