Todo indica que una victoria bonaerense en el gigante de cemento paulista sería un resultado heroico en relación a la historia del conjunto argentino frente a un rival experimentado, con jugadores de selección, y seguramente arropados por una multitud.
El encuentro disputado en la Bombonera fue veloz y dinámico en los primeros minutos, pero perdió a dos protagonistas por tarjeta roja a los 13 minutos tras una agresión mutua entre el defensa argentino Donatti y el delantero brasileño Luis Fabiano.
Esto disminuyó los recursos ofensivos del conjunto paulista, ya que Luis Fabiano era el único delantero de la formación, ante un rival dispuesto siempre a romper juego pero que comenzó a tener un defensa de más, sin aprovecharlo al no cambiar su esquema.
Con Osvaldo, Lucas y Jadson en la creación y obligados a prolongar su tarea en funciones de ataque, Sao Paulo se las arregló para apoderarse del balón y lanzarse hacia adelante con el apoyo de algún defensa, como Paulo Miranda, en un intento de sorprender a los de Victoria.
Pero con pocos paulistas para atacar, y muchos de Tigre para defender, el partido perdió dinamismo y precisión y la primera parte se consumió en la intrascendencia, salvo por dos aproximaciones sin éxito de los argentinos a territorio de Rogério Ceni por medio de Maggiolo y Echeverría.
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Aflojó su ritmo de juego el Sao Paulo en el segundo tiempo y durante varios minutos el equipo argentino se instaló en su campo. Los dirigidos por Ney Franco recurrieron a las faltas y con jugadas a balón parado Tigre los tuvo encerrados.
A los brasileros les costó pasar de su campo con el balón controlado como lo hicieron en la primera parte. Lucas se equivocó demasiado con la pelota, Osvaldo perdió presencia en la elaboración del juego y la salida a campo de Cícero por Jadson no daba resultados.
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No obstante, por el poderío de ambas formaciones, el empate en Buenos Aires convenía menos a Tigre que a Sao Paulo, ya que se entiende que el próximo miércoles, en el estadio Morumbí, al equipo argentino se le hará difícil obtener una ventaja en la primera final de un torneo internacional de su historia.
A falta de un cuarto de hora para el final los jugadores paulistas consultaban la hora a su banco. Tigre empujaba más de lo que atacaba, carecía de claridad. El brasileño Lucas, en una jugada aislada, se despertó y, de manera individual, llegó más cerca que nunca al marco de Albil a los 81 minutos.
Terminó sin despertar pasiones el encuentro, con un Sao Paulo conforme según las apariencias y un Tigre feliz de estar en el lugar que está, con tiempo todavía para mentalizarse para la gran final.
- Ficha técnica:
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Tigre: Damián Albil; Norberto Paparato, Mariano Echeverría, Alejandro Donatti, Lucas Orban; Martín Galmarini, Gastón Díaz, Diego Ferreira, Ramiro Leone; Rubén Botta (m.87, Agustín Torasa); Ezequiel Maggiolo (m.78, Diego Ftacla). Entrenador: Néstor Gorosito.
Sao Paulo: Rogério Ceni; Paulo Miranda, Rafael Toloi, Rhodolfo, Bruno Cortes; Welington, Denilson, Lucas, Jadson (m.60, Cícero); Osvaldo y Luis Fabiano. Entrenador: Ney Franco.
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Árbitro: Antonio Arias (PAR), que expulsó por agresión mutua a Luis Fabiano y Donatti (m.13).
Amonestados: Rafael Toloi, Rhodolfo, Denilson, Botta y Paparato.
Incidencias: Partido de ida de la final de la Copa Sudamericana disputado en el estadio Alberto Jacinto Armando, 'La Bombonera', del club Boca Juniors, ante unos 19.000 espectadores.