Los "pross" abrieron el marcador con un penal transformado
por David Lallana al minuto 9, tras derribar el portero José Manuel Reina a
Jamie Vardy, que se había plantado solo ante el arquero español.
Vardy se encargaría de hacer el 2-0 de cabeza nada más
iniciarse la segunda parte al 48’ en lo que parecía una fiesta local, con el
entrenador interino Gareth Southgate haciendo méritos para seguir en el cargo.
Con el tiempo ya casi cumplido España reaccionó gracias a los
cambios. El debutante Iago Aspas rebajó distancia con un tiro cruzado que dio
en el palo y se coló en la portería inglesa al 90’ y en el descuento Francisco
Alarcón "Isco" hizo la igualada con un tanto bajo las piernas del
portero inglés al 96’.
Antes Inglaterra había impuesto su velocidad en un partido en
el que España tuvo muchos problemas para hilvanar su juego de toque por la
presión de los ingleses sobre jugadores como Sergio Busquets, que apenas
apareció.
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Los ingleses iniciaron el duelo esperando atrás en busca de
contraataques y balones largos, pero tras el gol, adelantó líneas y presionó
más adelante, incomodando la salida del balón de los españoles, en lo que fue
la tónica de un encuentro en el que España no acabó de entrar en ningún
momento.
Solamente, en los últimos cinco minutos, el gol de Aspas dio
alas a los hombres de la Roja que volvieron a creer en el empate, que llegó con
el gol de Isco.
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