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Antes del encuentro ya se habían registrado enfrentamientos entre hinchas de los dos equipos por fuera del estadio. Según una información del diario deportivo La Gazzetta dello Sport un grupo de ultras del Palermo apuñaló a un aficionado del Lazio que estaba sentado en un bar.
El incidente provocó una pelea masiva, con lanzamiento de bengalas, que obligó a intervenir a la policía, arrestando a cinco aficionados del Palermo.
En el estadio, al cuarto de hora de juego, el Lazio ganaba por 2-0 gracias a un doblete del alemán Miroslav Klose.
Este resultado provocó la explosión de los ultras locales. Comenzaron encendiendo bengalas y lanzándolas al campo, mientras las explosiones de petardos se escuchaban en el recinto. El árbitro decidió interrumpir el partido durante dos minutos en el 24.
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En Italia los árbitros tienen la potestad de parar los partidos para restaurar el orden en circunstancias extremas.
Tras el descanso volvieron a caer bengalas al césped y un petardo explotó cerca de Candreava, mientras perseguía el balón en el área del Palermo, en el minuto 69. Esto provocó la segunda interrupción decretada por el árbitro.
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Entonces se sucedieron varias conversaciones entre los colegiados, las autoridades y los jugadores, antes de que se reanudara el juego cinco minutos más tarde.
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