Polonia selló su hegemonía en el lanzamiento de martillo de los Juegos de Tokio-2020: Wojciech Nowicki logró el mayor éxito de su carrera al proclamarse campeón olímpico por primera vez, este miércoles, un día después de que Anita Wlodarczyk encadenara un tercer oro en la prueba femenina.
Nowicki, bronce olímpico en Rio-2016 y también bronce en los tres últimos Mundiales, dio por fin el gran salto al oro, gracias a llegar a 82,52 metros, su mejor marca personal.
La plata fue para el noruego Eivind Henriksen (81,58 m, récord de su país) y el bronce para otro polaco Pawel Fajdek (81,53 m).
A sus 32 años, Nowicki había sido campeón de Europa en 2018 pero se le resistían las grandes competiciones de alcance mundial.
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Su compatriota Pawel Fajdek, también de 32 años, terminó a medias con su particular maldición olímpica.
Ha ganado cuatro oros mundiales consecutivos, todos desde Moscú-2013, pero en los Juegos Olímpicos acumulaba decepciones. Se quedó en la ronda de clasificación tanto en Londres-2012 como en Rio-2016. Esta vez pudo entrar en la final y ser bronce, pero sin poder conquistar el título.
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Por su parte, el español Javier Cienfuegos, séptimo en el último Mundial, vivió su primera final olímpica, después de haber quedado eliminado en la ronda de calificación en sus dos anteriores participaciones en los Juegos (2012, 2016).
El forzudo de 31 años, diputado en la región de Extremadura, quedó en el décimo lugar, con 76,30 metros como mayor distancia.