A los 43 años Tulio busca llegar a los mil goles jugando con juveniles del Botafogo

El veterano atacante, de 43 años y que en su intento de llegar a los mil goles militó hasta en clubes de la tercera división, fue anunciado este lunes como jugador del Botafogo hasta que consiga su histórica marca.

Tulio Humberto Pereira Costa, que comenzó su carrera profesional como jugador del Goias en 1987 y llegó a ser tres veces goleador del Campeonato Brasileño, fue también jugador de la selección brasileña, en la que se le recuerda por un gol en que se ayudó con la mano y que eliminó a Argentina en cuartos de final de la Copa América de Uruguay en 1995.

De regreso al Botafogo, club en el que se consagró entre 1994 y 1996, Tulio 'Maravilha' jugará una serie de amistosos de beneficencia con un equipo de juveniles, hasta 23 años, en diferentes ciudades de Brasil.

"Nuestro proyecto es muy claro. Estoy preparándome para partidos amistosos sin carácter oficial", dijo el delantero al descartar que pueda jugar con el equipo profesional algún partido de la Liga en las declaraciones que concedió en la ceremonia de este lunes en la sede del club de Río de Janeiro en la que volvió a vestir la camisa del equipo en que se han consagrado jugadores como Garrincha y Zagallo.

Dirigentes del departamento comercial del club dijeron que, dependiendo de las circunstancias y cuando tan solo le falte un gol, Tulio podrá ser eventualmente alineado con el equipo profesional.

El delantero dijo que su sueño es anotar el gol mil en un partido en el estadio Engenhao de Río de Janeiro al lado del holandés Clarence Seedorf, la nueva estrella de Botafogo, aunque admitió la dificultad de tal posibilidad.

El primer partido en el que intentará acercarse a la meta de 1.000 goles, según sus propias cuentas, que no son respaldadas por ninguna estadística oficial, está programado para el 15 de septiembre próximo en la ciudad de Juiz de Fora, en donde el Botafogo se medirá al Tupí.

Tulio desarrolló casi toda su carrera deportiva en Brasil, aunque tuvo algunos breves pasajes por el Sion suizo, el Újpest húngaro y el Jorge Wilstermann boliviano.