El viernes por la noche, en el partido del campeón ‘bávaro' por la primera fecha de la Copa de Alemania contra el elenco de cuarta división Carl Zeiss Iena, Ribéry tomó de la cabeza a un rival después de un duelo viril.
El árbitro no le sacó tarjeta, pero la prensa recordó que cinco días antes Ribery le había metido un codazo asesino a Passlack durante el encuentro de la Supercopa de Alemania, ganada por 2-0 por el Bayern ante el Borussia Dortmund.
"Es exáctamente el tipo de comportamiento que el entrenador Carlo Ancelotti le ha prohibido explícitamente", escribió el diario Bild.
Por su parte el semanario Stern, en su sitio de internet, dispara: "No se puede hacer nada más por él", subrayando que el francés pierde constantemente el control.
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