Tenorio explicó el miércoles en Radio Ovación, que su oficina, dependiente del ministerio del Interior, no brindará los permisos de seguridad para desplazar a agentes de policía a los partidos que Alianza juegue como local en Lima, por lo que deberá buscar otras alternativas.
"Por lo menos en cinco meses, Alianza Lima tendrá que jugar en otras provincias. Aquí en Lima no jugará ni en el estadio Alejandro Villanueva ni en el Estadio Nacional", manifestó Tenorio.
"Lamentablemente se decidió esto por la actitud de los barristas y por su accionar, que incluso traspasó a nivel internacional", añadió Tenorio, en referencia a la agresión que un grupo de hinchas propinó a los jugadores Christian Cueva, Víctor Cedrón y Miguel Araujo, a quienes golpearon tras irrumpir con armas en el entrenamiento.
La agresión se produjo un día después de que Araujo golpeara a un aficionado de Alianza, quien le recriminó su rendimiento tras la derrota por 0-4 ante el Huracán argentino, en el partido de la Copa Libertadores 2015.
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Comando Sur, la barra brava de Alianza Lima, expresó su disconformidad ante la medida de la Onagi con un mensaje en su perfil oficial de la red social Facebook.
"Esto es claramente un abuso y discriminación de parte de las autoridades", escribió el grupo radical, cuyos integrantes amenazaron al entrenador de Alianza, Guillermo Sanguinetti, tras la derrota ante Huracán.
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El Alianza Lima ya se vio obligado a jugar la final del torneo Clausura de la pasada temporada en Arequipa, a más de mil kilómetros de distancia de Lima, ya que el ministro del Interior, Daniel Urresti, alegó no disponer del número suficiente de policías para brindar las condiciones mínimas de seguridad al partido.
El club peruano también cumple actualmente una sanción de la Conmebol de disputar tres partidos internacionales sin público-, que comenzó con el encuentro ante el Huracán-, por el lanzamiento de bengalas en un partido de la pasada temporada correspondiente a la Copa Sudamericana.