Sus vehículos son de alta gama, no tienen taxímetro y sí aplicación. Aunque todo parece perfecto, algunos denuncian abusos en el precio.
Taxistas dicen, sin embargo, que todo es legal y hacer trampa es difícil.
Además, en Moscú no se pelean con Uber ni otras aplicaciones como Yandex.
Recuerde: una carrera mínima vale 250 rublos, unos $12.000.
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