"A cierto nivel, no podemos competir. No creo que Stan Kroenke (el magnate estadounidense que es máximo accionista del club de Londres) quiera poner la misma cantidad de dólares que (Roman) Abramovich está poniendo en el Chelsea o el jeque Mansour en el Manchester City", relató Hill-Wood al diario británico "Evening Standard".
El Arsenal ha renovado su línea de ataque este verano después de que su estrella, el holandés Robin Van Persie, decidiera abandonar la entidad para buscar fortuna en el Manchester United.
A sus 29 años, el delantero fue el máximo goleador de la liga inglesa el pasado curso, si bien los ‘gunners' estuvieron lejos de hacerse con algún título.
Esta temporada, el Arsenal se dio prisa para contratar al alemán Lukas Podolski (14 millones de euros) y el francés Olivier Giroud (15 millones de euros) con el objeto de cubrir la baja de Van Persie, después de que el curso pasado la marcha del español Cesc Fàbregas y el francés Samir Nasri les pasara factura durante la primera parte de la liga.
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"Arsène (Wenger) tiene a su disposición dinero para gastar, pero con un límite. No podemos invertir 50 millones en un jugador", declaró el presidente del Arsenal, que aseguró que el técnico francés, que lleva 16 años al frente del equipo, "entiende" la situación económica de la entidad.
El entrenador "es licenciado en economía por la Universidad de Estrasburgo, y ciertamente no es tonto. Sabe cómo se debe gobernar un club", señaló Hill-Wood, que hace pocos días firmó el fichaje del centrocampista español Santi Cazorla por unos 19 millones de euros.
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"No vamos a ir a la bancarrota como les ha ocurrido a uno o dos clubes bien conocidos", subrayó el presidente del Arsenal, que lamentó que algunos aficionados criticaran la temporada pasada el trabajo de Wenger cuando el equipo acusó la marcha de sus futbolistas insignia y rozó los puestos de descenso durante el primer tramo de la campaña.