La cuarta jornada del campeonato permitió estrenarse a los ocho equipos de los grupos E y F, y entre ellos a Brasil, el conjunto que, ante la ausencia de Argentina, se apunta como el que tiene más posibilidades de conseguir una nueva copa en este torneo, la quinta.
Brasil, con un juego muy dinámico y agresivo que logró desorientar a sus rivales, castigó con cinco goles a los campeones de la CONCACAF, que no pudieron hacer nada frente a una ofensiva brasileña que dejaba poco espacio.
Las figuras de este partido fueron, como se esperaba, Alan Kardec y Guiliano. El primero marcó dos de los cinco goles, y el segundo, siempre cerca de la punta, uno de ellos.
"Todos mis jugadores son competentes, tienen cualidades y un gran futuro internacional", afirmó el entrenador de los juveniles brasileños, Rogerio Lourenço, en declaraciones a los periodistas al acabar el partido.
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Mientras los brasileños parecían contentos, en las filas "ticas" había algo de enojo. "No creo que volvamos a jugar tan mal, y no creo que pase lo mismo en los próximos partidos", afirmó el entrenador costarricense, Ronald González.
Pero Honduras, que cerró la jornada estrenándose también y enfrentándose a Hungría, un equipo que había despertado expectación, derrotó a los juveniles magiares por 3-0 gracias a un partido creativo que los centroamericanos fueron armando poco a poco.
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Los hondureños tuvieron que pelear mucho en el primer tiempo para hacerse con el partido, pero la segunda mitad fue prácticamente un paseo propio, gracias al papel de Mario Martínez, que no sólo marcó dos de los tres goles, sino que generó muchas acciones de peligro.
Con estos resultados, Brasil se queda como cabeza de su grupo, compartiendo tres puntos con República Checa y dejando en la cola a Australia y Costa Rica.
Honduras, por su parte, lidera el grupo F, por delante de Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos, que empataron 2-2.
Para este lunes, España, que se estrenó con una goleada por 8-0 contra Tahití, el pasado viernes, saltará a la cancha de nuevo, esta vez para enfrentarse a Nigeria, equipo que perdió por 0-1 frente a Venezuela en la primera jornada del grupo.
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También se espera el segundo partido de la selección anfitriona, que se enfrentará a Paraguay, un equipo que el viernes empató 0-0 al jugar con Italia.
A Venezuela, por su parte, le tocará vérselas con Tahití. Los dos equipos debutan en este mundial, y la suerte parece echada en favor de los sudamericanos, dada la poca calidad que mostraron los polinesios al jugar contra España.
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