El contrato firmado con la empresa árabe ISE obliga a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a "asegurar" que entren en campo en cualquier amistoso los futbolistas "que están jugando en las competiciones oficiales".
Según los documentos revelados por el diario O Estado de São Paulo, ISE paga a la CBF 1,05 millones de dólares por cada partido amistoso, pero si la selección brasileña incumple su compromiso y juega con reservas o prueba a juveniles desconocidos, la empresa sólo desembolsaría la mitad de ese valor.
Otra cláusula del contrato le permitiría a ISE vetar a algunos jugadores, puesto que establece que, en el caso de que un titular se lesione, "la alteración a la lista deberá ser comunicada por escrito a ISE y confirmada de mutuo acuerdo" entre la CBF y la empresa.
El contrato subraya que el jugador que reemplace a un titular lesionado debe tener "un nivel similar en relación a su valor de marketing, habilidades técnicas, reputación, etc.", según los documentos publicados por el diario.
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ISE es la promotora de los partidos de Brasil desde 2006, pero según el diario, estas cláusulas sólo fueron incluidas en el contrato a partir de la renovación del contrato firmada a finales de 2011 y que estaría vigente hasta 2022.
Según O Estado de São Paulo, la promotora incluyó estas cláusulas después de que la selección brasileña, dirigida entonces por el técnico Mano Menezes, jugó con suplentes en un amistoso contra Gabón disputado en 2011.
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El presidente de la CBF, Marco Polo del Nero, citado por el rotativo, dijo que ese contrato permite a la federación "no correr riesgos" y ganar siempre el mismo dinero aunque la taquilla del partido sea mala.