Se encontraron en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán dos equipos en situaciones similares, con plantillas muy renovadas en relación a la de la anterior temporada y hasta ahora en el presente ejercicio con rendimiento escaso en sus respectivas ligas.
Por ello, el torneo continental es otra oportunidad para ofrecer mejores sensaciones y en el caso sevillista así se había presentado con cuatro victorias en las eliminatorias previas, ante el Mladost montenegrino y el Slask polaco, y en la primera jornada de la fase de grupos en el campo del Estoril portugués (1-2).
Tanto el Friburgo, que se presentó en Sevilla tras el empate inaugural como local ante el Slovan Liberez checo (2-2), como el conjunto andaluz alinearon de salida a formaciones con bastantes cambios en relación a sus competiciones domésticas y con ellas se vio bastante respeto entre ambos.
El equipo de Unai Emery tocó más el balón, aunque con poca efectividad ofensiva salvo en algunos pases en largo del centrocampista croata Ivan Rakitic con la intención de superar la adelantada presión visitante y la buena labor del medio alemán Piotr Trochowski ante sus compatriotas.
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Los del técnico alemán Christian Streich, por su parte, se conformaron con controlar y intentarlo con remates desde lejos, como dos que llegaron en el primer cuarto de hora pero sin problemas para el meta titular, Javi Varas.
Paulatinamente el Sevilla incrementó su dominio y el Friburgo empezó a cometer errores que hicieron peligrar el empate a cero y así el extremo derecho Jairo Sampeiro gozó de la mejor ocasión de marcar en la primera parte, pero la abortó bien el meta alemán Oliver Baumann.
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El conjunto local se metió en el tramo final del primer período con el partido controlado pero con poca velocidad e impreciso en los últimos pases para crear verdadero peligro, algo que le dio algo de vida a los visitantes para montar algunos tímidos contragolpes también poco efectivos.
En la segunda parte, el Sevilla intentó darle esa velocidad y profundidad que le faltó en la primera y para ello a los cinco minutos de la reanudación el delantero Marko Marin ingresó al campo en lugar de su compatriota Trochowski.
Respondió Streich al dar entrada a dos hombres a la vez, el centrocampista alemán Sebastian Kerk y el delantero suizo Admir Mehmedi, pero no rompieron a sudar cuando se encontraron con la jugada que rompió el partido, el penalti del central camerunés Fallou Diagné sobre el delantero colombiano Carlos Bacca y su expulsión en ese lance.
La pena máxima la transformó el argentino Diego Perotti, quien volvía al equipo tras varias semanas lesionado, y dejó el partido muy bien para los suyos.
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El conjunto hispalense, con superioridad numérica y con el marcador a favor, quiso enfriar el choque para encontrar el momento de sentenciar, pero el segundo no llegó y eso dio cierta incertidumbre hasta que Bacca lo consiguió en la prolongación del choque.
Ficha técnica:
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2 - Sevilla: Javi Varas; Diogo Ferreiras, Cala, Nico Pareja, Alberto Moreno; Iborra, Rakitic (Cristóforo, m.88), Trochowski (Marin, m.55); Jairo, Perotti (Rabello, m.77); y Bacca.
0 - Friburgo: Baumann; Sorg, Diagné, Ginter, Günter; Fernandes, Höfler; Klaus (Freis, m.69), Albutat (Mehmedi, m.61), Coquelin (Kerk, 61); y Hanke.
Goles: 1-0, M.63: Perotti, de penalti. 2-0, M.91: Bacca.
Árbitro: Vladislav Bezborodov (Rusia). Expulsó con roja directa al visitante Diagné en el minuto 62 por hacer penalti en una clara acción de gol. Además, amonestó a los locales Iborra (m.55) y Perotti (m.63) y al visitante Diagné (m.56).
Incidencias: Partido de la segunda jornada en el Grupo H de la Liga Europa. Disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 25.000 espectadores, entre ellos cerca de un millar de seguidores del Friburgo. Terreno de juego en buenas condiciones.
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