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¡Clasificó Colombia!, más dramático imposible

Un sufrido empate 1-1, un penalti desperdiciado en el último segundo y un sorteo que nos benefició. La Selección Colombia está en el hexagonal final del Campeonato Suramericano Sub 20 con sudor, angustia y más de una lágrima.

Tras igualar 1-1 con Venezuela en el último duelo del Grupo A y empatar con Ecuador en puntos (6), diferencia de goles (+1) y cantidad de tantos marcados (4), las balotas decidieron el futuro e los ‘cafeteros' en el torneo ‘Juventud de América.

Finalmente, en curiosa y no muchas veces vista mezcla de desgracia y suerte, el equipo nacional lo logró.

Antes, protagonizó una verdadera batalla para forzar el sorteo.

El partido más emocionante

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Con buena asistencia de público al estadio Monumental de Maturín, ‘cafeteros' y ‘patriotas' iniciaron su última disputa por la ronda inicial del torneo ‘Juventud de América', en la que ambos tenían posibilidades de clasificar o quedar eliminados.

Aunque los cinco minutos iniciales fueron casi de reconocimiento, la escuadra ‘amarilla' tuvo control de balón y una buena opción del volante Víctor Ibarbo, quien fue habilitado por su colega Javier Reina, pero envió el balón demasiado lejos de la puerta con remate de primera intención.

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Venezuela, bajo el aliento de su público y la tranquilidad de alcanzar el hexagonal con la igualdad sin goles, intentó dormir el compromiso y llegado el cuarto de hora sacaba provecho de la desconexión rival.

Los colombianos parecían haber perdido la vocación ofensiva y ya no tenían la pelota en sus botines.

A los 19', la primera proyección venezolana llevó mucho riesgo al arco de Camilo Vargas. El defensor Yamith Cuesta transformó el peligro en un tiro de esquina.

Colombia respondió en el minuto 23. Los delanteros Leonardo Castro y Marco Pérez lograron asociarse y el segundo, cayendo al suelo, pudo impactar la esférica sin la necesaria puntería.

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Segundos más tarde fue Castro quien probó. Ante rebote del arquero Rafael Romo, el jugador de Millonarios golpeó con violencia. El grito de gol se apagó por ‘obra y gracia' del travesaño, único responsable de que el marcador no se abriera.

Venezuela no estaba encerrada en un partido que ya acumulaba revoluciones. Cuando el cronómetro marcaba 26 minutos, el atacante Jhonatan Del Valle puso a prueba los reflejos de Vargas. El número ‘12' de Colombia contuvo con suficiencia.

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La emoción alcanzó su cúspide y otra vez salieron a relucir las deficiencias ofensivas de las escuadras. A cinco minutos del pitazo final, Venezuela se acercaba y el meta ‘cafetero' reparaba todos los errores de sus compañeros, mientras que Colombia fracasaba en su intento de descubrir fisuras en la ‘muralla' defensiva de los ‘vinotinto'.

Todo empeoró para Colombia en el minuto 41, cuando un servicio largo fue mal rechazado por el arquero Vargas y el rebote quedó en los botines del delantero José Rondón. El local no desaprovechó la oportunidad y puso las cuentas 1-0.

Amarga visita a los camerinos para los hombres de José Hélmer Silva. Sin ser inferiores, pero sin ser virtuosos en la parte inicial, a los ‘pelaos' sólo les quedaba 45 minutos para corregir el rumbo.

Llegó el gol, se escapó la dicha

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El estratega colombiano movió su banco y antes de que se iniciara el segundo tiempo, ordenó el ingreso del atacante Cristian Nazarith. Leonardo Castro, el hombre que estrelló la pelota contra el palo, dijo adiós al compromiso.

La presión era para los ‘cafeteros' y por ello la propuesta estuvo a su cargo. Desde el primer minuto las camisetas amarillas coparon terreno venezolano. El conjunto local, con todo a su favor, aguardaba una posibilidad de contragolpe.

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El defensor colombiano Andrés Mosquera vio el cartón amarillo en el minuto 5, mientras que los jugadores ‘patriotas' se beneficiaban de todo el espacio que dejaba el rival el momento de buscar el empate.

El libreto era claro. Todo o nada, la apuesta ‘cafetera'. Con muchísimo deseo y muy poco de oren, el conjunto perdedor acumulaba méritos. Los balones levantados buscaban la cabeza de Cristian Nazarith, pero el recién ingresado no alcanzaba a conectar los servicios.

El cronómetro ya marcaba 10 minutos.

Cristian Mejía, otro hombre de ataque, tomó el lugar del volante de contención Víctor Ibarbo, quien salió del compromiso con más errores que aciertos.

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A los 12', gracias al impulso del nuevo delantero, Marco Pérez pudo impactar de cabeza y vencer al arquero venezolano, pero el juez central anuló la acción ante evidente fuera de lugar. Colombia acumulaba méritos. Faltaba el puntillazo final.

Y llegó. Mejía fue derribado y en el área a los 16 minutos y la pena máxima quedó a cargo de Nazarith. El número ‘7' de los colombianos impactó con potencia para poner las cuentas 1-1, hacer justicia y devolverle a todo el país la ilusión de la ronda final.

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Todo se recompuso. La igualdad significó un refresco anímico para el equipo amarillo, que a la altura de los 24 minutos ya era el dueño del partido y buscaba con desespero otro tanto que le garantizara una clasificación directa.

Javier Reina levantó un centro a los 25', Nazarith impactó de cabeza y otra vez el palo evitó que la Selección Colombia festejara.

Alcanzó el tiempo para más. El milagro parecía consumarse. El volante José Parra derribó al ‘todoterreno' Mejía en el área cuando ya se disputaba tiempo de adición y Colombia recibió el premio a todo su sacrificio.

Otra pena máxima, otro sueño, un inmenso dolor que nadie esperaba. Cristian Nazarith otra vez recibió la responsabilidad de la pena máxima, pero esta vez el arquero Romo contuvo el remate.

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La dicha se escapó de las manos. Una moneda lo decidió todo. Una moneda mantuvo viva la ilusión. 

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