Los dos jugadores colombianos andan en un buen nivel en sus clubes en Alemania y España, respectivamente, y se ganaron la confianza de sus técnicos, en detrimento de otros jugadores.
James Rodríguez y Luis Fernando Muriel fueron protagonistas durante la presente semana, jugando de titulares de Bayern Múnich y Sevilla, respectivamente, que enfrentaron a Besiktas y Manchester United, en los octavos de final de la Champions League.
Rodríguez jugó 44 minutos y salió de la cancha por una molestia muscular, mientras que Muriel estuvo 85 minutos y fue reemplazado ante el desgaste que hizo. Los dos fueron bien calificados. Hasta ahí, todo bien.
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Sin embargo, la presencia del par de futbolistas nacionales generó malestar en dos de sus compañeros: Arjen Robben y Wissan Ben Yedder.
Por el lado del Bayern, ya la prensa alemana habló del malestar de Robben por haber quedado en el banquillo, mientras que James ocupó un lugar en la zona media del cuadro bávaro.
"Si expreso ahora lo que siento, mañana estaré en la oficina de Rummenigge", expresó el holandés en alusión al presidente de la junta directiva del Bayern y denotando inconformismo.
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Mientras tanto en Sevilla fue noticia este jueves el mensaje de Ben Yedder en Twitter. "Nunca pierdas la paciencia, es la última llave que abre la puerta", escribió después de que no tuviera minutos frente al United.
Ese tipo de manifestaciones de Robben y Ben Yedder tienen tenso y candente el ambiente de los camerinos de Bayern Múnich y Sevilla, mientras que James y Muriel están haciendo su labor juiciosamente y derrochando talento.
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