"Estamos tranquilos porque sabemos que el sábado tenemos una gran oportunidad. Tenemos que jugar como si fuera una final porque nos estamos jugando la permanencia. Es un partido decisivo. Esperemos que nuestros hinchas nos apoyen hasta la muerte. Jugaremos con todo", comentó.
El defensa también resaltó la importancia de que el Villarreal dependa sí mismo, aunque lamentó haber tenido "varias oportunidades de cerrar la permanencia sin poder conseguirlo", a pesar de que el equipo tiene "ganas de acabar con esta pesadilla".
"No estamos acostumbrados a vivir esta situación y espero que no volvamos a recibir goles en los últimos minutos. Hemos perdido muchos puntos así, pero somos conscientes de que eso lo podemos mejorar. Iremos a por los tres puntos y no pensamos en otra cosa", añadió.
Del rival, Osasuna, destacó que se trata de un equipo que se encuentra en la pelea por jugar en Europa, por lo que espera un partido "muy difícil" ante el que deben mentalizarse para "salir a muerte desde el primer minuto".
Respecto a los diez meses que tardará el italiano Giuseppe Rossi en volver a jugar tras su lesión en la rodilla, Zapata dijo que es una noticia "muy triste" y que nadie se esperaba. "Nos dejó un poco tocados, pero ahora lo vamos a conseguir por él. Estar diez meses fuera del campo es muy duro. El partido del sábado se lo vamos a dedicar", apuntó.
El jugador de Padilla aseguró que el Villarreal es en la actualidad un equipo "más compacto, sólido y atento" que antes y que ha "mejorado muchísimo".
"Ahora lo que tenemos que hacer es terminar de la mejor manera posible. Ha sido un año difícil para todos. Queremos conseguir el objetivo y ya pensar en la próxima temporada", concluyó.