"Tras estudiar detenidamente el vídeo del partido, no hemos hallado insultos de carácter racista por parte de los seguidores del CSKA contra los visitantes, lo que fue confirmado por el delegado del partido", señala la nota oficial emitida por el club del Ejército ruso.
El club ruso se manifiesta "decepcionado" y "sorprendido" por las denuncias realizadas por Touré y otros representantes del Manchester City sobre supuestos ataques verbales de tinte racista a lo largo del encuentro de Liga de Campeones disputado en Khimki.
La nota destaca que los aficionados abuchearon ruidosamente independientemente de su raza a futbolistas como el español Negredo cuando marcó con la mano o al bosnio Djeko cuando realizó una peligrosa entrada al portero ruso Ígor Akinféev.
"Es incomprensible por qué el marfileño centrocampista se lo tomó como si fuera dirigido contra él", apunta.
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Y recoge un comentario del delantero del CSKA, Seidu Doumbia, también marfileño, que negó que los aficionados rusos hubieran recurrido a insultos racistas para presionar al equipo rival.
"Nunca he oído nada parecido de nuestros aficionados. Sí, ellos nos apoyan ruidosamente e intentan presionar lo más posible al rival, pero no se permiten cánticos racistas. Por lo que, mi compañero de selección, Touré, claramente se calentó", señaló.
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El CSKA considera que las acusaciones son "infundadas" y recuerda que en toda la historia de las participaciones del club moscovita en competiciones europeas nunca ha recibido una advertencia por muestras de racismo entre sus aficionados.
Por su parte, el presidente honorario de la Unión de Fútbol de Rusia, Viacheslav Koloskov, calificó de nueva provocación de la prensa inglesa las acusaciones de racismo contra el CSKA.
Y recordó que el expresidente de la federación inglesa de fútbol, Lord Triesman, ya intentó perjudicar la candidatura de Rusia para albergar el Mundial en 2018 al denunciar una conspiración entre rusos y españoles.
Mientras, el comité organizador del Mundial 2018 emitió hoy un comunicado en el que asegura que en el fútbol ruso no hay sitio para la discriminación por motivos racistas.
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Los incidentes racistas han sido un fenómeno común en los estadios rusos en las últimas temporadas, como ocurrió con el lanzamiento de plátanos al jugador brasileño Roberto Carlos, que militó durante dos temporadas en el Anzhí.
Tras el partido de ayer el club inglés informó de su intención de presentar una reclamación oficial a la FIFA al respecto y Touré manifestó que se lo dijo al colegiado durante el encuentro y que le parecía "increíble y muy triste".
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El partido concluyó con victoria del Manchester City (1-2) con dos goles del argentino Sergio 'Kun' Agüero, pese a que el CSKA Moscú se había adelantado en el marcador.