A Henry Hernández y el Cúcuta Deportivo les podría quedar el consuelo de que, igual, en el último segundo Pasto le empató a Itagüí y el penal que el 'Diablo' se perdió no habría alcanzado, pero no, eso no es consuelo.
Cúcuta se quedó a un paso de clasificar a cuadrangulares producto de una campaña irregular en la que le costó ganar partidos, tal como pasó esta vez frente a Nacional, y aunque la eliminación no se dio sólo en este 1-1 con los verdolagas, los rostros de todos los motilones al terminar el partido, especialmente de Hernández, resumen la tragedia.
Esta vez una nómina alterna de Nacional fue la encargada de complicarle la vida al rojinegro, que sólo con Fígoli y Soria trató de controlar a un equipo que desde el comienzo fue dueño de la pelota.
Infiel a su costumbre, esta vez Nacional quiso darle manejo a la pelota, pero el problema es que no tuvo la contundencia ofensiva que lo lleva a cuadrangulares como cabeza de grupo.
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En cambio, cada llegada del Cúcuta fue peligrosa. Sin embargo, ahí estaba Armani para mostrar sus credenciales como arquero.
Tanto desperdició el local, que fue casi lógico que Armani le atajara el penal a Hernández en los últimos minutos. Sin embargo, las condiciones de la jugada, justo en el momento en que Pasto perdía con lo que el 1-0 habría supuesto una temporal clasificación, marcaron el nivel del drama.
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Noqueado por el fallo de su goleador, Cúcuta recibió la sentencia con un gol de último minuto de Mosquera, sin embargo Bustos alcanzó a ilusionar con el empate en tiempo extra, pero todo fue en vano: Pasto empató y de nada sirvió el esfuerzo.
Cúcuta se despide, pero Nacional es semifinalista y, a pesar de las críticas, entra a cuadrangulares con el punto invisible y serias aspiraciones de título.
La figura: Franco Armani, arquero de Nacional que atajó penal y salvó al verde.
El dato: con 32 puntos Nacional ya es cabeza del Cuadrangular B, lo que le da el 'punto invisible'.
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