La operación se dio en abril de 2017 por parte de Silvio Berlusconi a inversores chinos, liderados por Li Yonghong.
Las "declaraciones de transacciones dudosas" transmitidas recientemente por el Banco de Italia a la Guardia di Finanza (la policía financiera italiana) están detrás de esta decisión judicial, afirma La Gazzetta dello Sport.
El prestigioso club italiano, que era propiedad del exprimer ministro Silvio Berlusconi, fue oficialmente comprado el 13 de abril por 740 millones de euros por inversores chinos, liderados por el misterioso Li Yonghong.
Desde entonces han surgido interrogantes sobre la estabilidad financiera del consorcio, que gastó unos 200 millones de euros en fichajes en la pretemporada.
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El club, siete veces campeón de Europa, está en el punto de mira de la UEFA por la cuestión del 'fair play' financiero, pero Li Yonghong, de 48 años, afirmó el pasado mes que la situación económica de la entidad es "segura y sólida".
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La fiscalía de Milán había desmentido en en enero haber abierto una investigación sobre la venta del club, cuyo precio podría haber sido inflado con fines de blanqueo de dinero.