Al calor de la eliminación, Eduardo Pimentel analizó la temporada que terminó para el Boyacá Chicó, en la que quedó en el duodécimo lugar con 22 puntos, a tres del octavo y ad portas de clasificarse a los cuadrangulares.
Dentro de los temas que repasó Pimentel en diálogo con Blu Radio, estuvo su presunta intención de hacer un recambio en el banquillo: "Dentro de mi cabeza no está el cambio de técnico, sino al contrario, seguir con un técnico que le ha dado todo a la institución", haciendo referencia a Alberto Gamero, con el que el equipo boyacense se coronó campeón de la Copa Mustang 1-2008.
A pesar de su apoyo al actual entrenador, Pimentel reconoció que la continuidad de Gamero en el banquillo ‘ajedrezado' no depende de él: "Él (Gamero) recibe cuatro o cinco ofertas por Torneo, él mira y decide. Él conoce la institución, sabe cómo se maneja, vamos a esperar, todo depende de lo que hablemos".
El futuro del Chicó en Tunja
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Cuestionado acerca de los rumores que han surgido acerca de un eventual cambio de ciudad, Pimentel los desmintió y aseguró que el equipo no se moverá de la capital boyacense: "Yo me fui para Tunja hace ocho años y allá me quedo", aunque reconoció que la situación económica no es la mejor: "Trabajamos con un dinero irrisorio, pero los patrocinadores nos ayudan con eso. Si el equipo se muere, se muere allá".
Según Pimentel, la situación económica del club ha sido igual de difícil desde que se mudó para Tunja: "Si fuera por plata me hubiera ido hace siete años", y reconoció haber recibido ofertas de Villavicencio, Montería y Cúcuta para que su equipo jugara allí.
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