El histórico extenista francés Yannick Noah, seguidor del PSG, quiere que los problemas que existen entre el brasileño y el uruguayo en el club de sus amores se solucionen cuanto antes.
Así se mostró Noah en Puente Romano donde forma parte del grupo de jugadores veteranos que disputa la Senior Masters Cup. "Estamos en el 2017 y creo que hablamos demasiado de las cosas negativas, a la gente le encanta. Él ha estado jugando en el Barcelona, y la gente no comprende lo que Neymar representa cuando alguien como él salta al estadio en París", señala Noah.
"No está solo vendiendo camisetas, es un fútbol de disfrute. Mis propios niños tienen una camiseta de Neymar porque sienten la energía que desprende. A mí, quien lance los penaltis no me importa. Creo que es un problema de vestuario, es solo una pequeña gota dentro del vaso. Creo que es un gran jugador, uno de los mejores y que el arte ha llegado a nuestro estadio y tenemos que apreciarlo. Es un privilegio tener a un jugador como él", dice.
"Lo único importante es que después del partido sean capaces de irse juntos a tomar una cerveza. Yo lo organizo si es necesario", añade entre risas. "Creo que después de todo nadie recordará quién tiraba los penaltis".
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"Cuidémoslos, cuidemos sus egos y que todo en el vestuario esté bien porque tienen que vivir juntos tres, cuatro, cinco años... Y cuando eres parte del equipo tienes que compartir vidas", añade.
También admitió que la sanción de veinte partidos impuesta por la NBA a su hijo Joakim, jugador de lo Nicks, por quebrantar el Programa Antidopaje de esa liga al encontrarle restos de LGD-4033 "un Modulador Selectivo Receptor de Andrógenos", fue una de las "peores pesadillas" que ha tenido.
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"Me disgusté mucho. Pero yo le conozco, él me conoce, es mi hijo. Intenté que no cayera en una gran depresión por todo lo que la gente diría de él luego. Cuando tienes un hijo intentas protegerle de todo. Cuando me dijo lo que había sucedido le dije que había cometido un error. El tenía un amigo en el instituto que se encargaba de sus suplementos alimenticios y..."
"Le dije que tenía que ser más inteligente en este tipo de cosas porque había hecho algo estúpido y tenía que pagar por ello. Y lo está haciendo porque todavía está suspendido, y le quedan aún diez partidos. No hay excusas, eso está claro y tiene que pagar por lo que hizo porque fue un gran error. Ha sido una buena lección para él. Me siento muy triste por él porque es mi hijo. Como capitán he tenido pesadillas cuando he tenido que hablar con un jugador, pero ésta ha sido de las peores", señala.
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