Los números nunca permiten discusión. Son realidades enteras que no permiten aproximaciones ni suposiciones. Un partido de futbol son once contra once. Modelos tácticos, posiciones dentro del terreno y otras variantes definen a esos once jugadores dentro de cada cancha de juego. Sin embargo en el futbol, esos números siempre son subjetivos a la hora de un partido de fútbol. Ayer Millonarios entro con once jugadores y solo dos se dieron cuenta que había un clásico que se debía jugar con entrega y jerarquía. Rafael Robayo y Elkin Blanco nunca se amilanaron ante el rival y destruyendo el juego del rival y aportando a la salida, más en el caso de Robayo, hicieron lo que se tenía que hacer para enfrentar el partido de anoche que NO era un partido más. Era el partido que el hincha de millonarios no quiere perder. Blanco muy atento a los cierres y Robayo colaborando en marca y sacando el equipo con rapidez. Desafortunadamente ninguno de los otros jugadores estuvieron al nivel de ellos. Los otros 9 jugadores hicieron un partido “ahí”. Zapata para mi gusto comprometido en el primer gol y el plus de los buenos saques de Zapata se perdió. Leudo improvisado en su posición, no fue efectivo en finalizar las jugadas de ataque. Yoiber le peso su falta de experiencia y Duque le gano todo el partido. Cadavid en el entretiempo se acordó que estaba en el Campín y para el segundo tiempo le puso testosterona al asunto e impuso condiciones. Los partidos son de 90 minutos. Y Lewis Ochoa tuvo la peor noche con la camiseta de Millonarios. Ni marcando ni atacando. El crack Mayer Candelo, tuvo el peor partido del 2013 con Millonarios, fatal. Y Harrison Otalvaro aparte de que tampoco jugó bien y fue impreciso y lento todo el tiempo, es hora que le repitan que hay que apoyar la presión a la salida y que cuando pierda un balón no se quede haciendo pucheros. Esto es corriendo también. De los delanteros decir que no pudieron meter las poquitas que tuvimos. Y mientras había que estar con la cabeza 100% en el partido Wason Renteria se peleaba con el banco y Dayro Moreno agarrado también con sus propios compañeros. Los dos son unos excelentes jugadores pero su mente se fue del partido cuando más los necesitábamos. Y para rematar aún sigo sin entender a Hernán Torres. Empezando por su planteo para el partido, donde nunca previo como taponar efectivamente a los dos carrileros del rival. En los cambios, aceptando que no hay más de donde echar mano, no hubiera sacado a Blanco uno de los mejores de la cancha. Yuber Asprilla y Erick Moreno no son jugadores que cambien partidos y menos cuando el equipo no funciona para nada. Bien por el regreso de Juan Esteban Ortiz, esperamos que agarre el ritmo rápido porque se le necesita. Dura la derrota por cómo se jugó. Estos jugadores que ayer fueron fatales saben jugar bien y hacer grandes partidos. El profesor Torres es un gran director técnico y cuando las adversidades llegaron logró remontar y sacar adelante a su grupo. Hay que seguir adelante y desde el domingo frente a Cartagena empezar con nuevas fuerzas y remediando todo lo malo que se hizo ayer. Las matemáticas son simples y es muy complicado no tener los mismos jugadores del rival: no podemos volver a jugar dos contra once. Para Elkin Blanco y Rafael Robayo aplausos de pie. MINUTO FINAL: Gustavo Petro, Alcalde “diamante” de Bogotá, canceló el himno de Bogotá ayer. Irrespeto total por el símbolo de nuestra ciudad. Lo bueno es que los irrespetuosos no duraran mucho en el cargo. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
Actualizado: enero 25, 2017 02:49 p. m.