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El City se quedó con el clásico de Manchester; venció 3-1 al United

Con un centro del campo escaso de lujo y con un planteamiento raquítico en el que se paladea el error del rival por encima del acierto propio, el Manchester United sucumbió ante la consistencia y tranquilidad de un Manchester City consciente de su su

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Foto AFP.

El United se queda octavo con 20 puntos, mientras que el City comanda la tabla con 32 unidades, dos por encima del Liverpool.

Con un centro del campo escaso de lujo y con un planteamiento raquítico en el que se paladea el error del rival por encima del acierto propio, el Manchester United sucumbió ante la consistencia y tranquilidad de un Manchester City consciente de su superioridad que salió a ritmo de 'olés' del derbi (3-1).

David Silva primero, Sergio Agüero después y Ilkay Gündogan al final, destaparon las carencias de un Manchester United que salió con un trivote defensivo en el centro del campo y al que el tempranero gol del español despertó cuando ya era tarde.

El plan de Mourinho, de esperar atrás y lanzarse según pasaran los minutos, pronto se marchó al cajón de las malas ideas por la bendita impaciencia de los de Guardiola.

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El trivote planteado por el técnico luso no frenó la incansable posesión del rival y, con todas las líneas cerradas, el United no paró la rápida conexión en tres toques de los 'Sky Blues'. Sterling, caído en banda izquierda, colocó el cuero en su bota derecha, puso un centro templado que se iba cerrando lejos de las fauces de las fieras rojas. Bernardo Silva sorprendió a un inocente Luke Shaw, la acomodó desde el segundo palo y el otro Silva, David, recogió el regalo y lo impulsó a puerta, rozado por David de Geea.

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El logro fue celebrado con rabia por el canario, que ya acumula tres goles en sus últimos tres compromisos.

El otro lado de la moneda lo protagonizó Mourinho, con semblante serio al recibir el primer mazazo.

Como ya le pasó con el Juventus, el gol sirvió para que los 'Diablos Rojos' mejorasen y, aunque no dispusieron de ninguna clara frente a la meta de Ederson, sí amilanaron el toque del City y protegieron su portería contra los arreones de Agüero y compañía.

Anotaba cosas en su libreta mientras quizás maldecía el hecho de no tener al último héroe rojo en el Etihad, Pogba, autor de dos tantos el año pasado en la remontada (2-3) antes los celestes, y esta vez apartado por una lesión.

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El francés, acomodado en su butaca de la grada, vio cómo el United adoleció de creación con un centro del campo hecho para destruir, pero que no logró frenar a los Silva.

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Una pérdida condenatoria para un equipo de Mourinho terminó con Agüero recogiendo el esférico en tres cuartos. El argentino, con el pelo teñido de blanco, como ya hiciera en el pasado Leo Messi, tiró una pared con David Silva dentro del área y fusiló a De Gea, que para cuando vio el misil del '10', el 2-0 campaba en el marcador.

Entre las decisiones de Mourinho destacó la de dejar en el banco a su delantero referencia, Romelu Lukaku. El belga vive días grises en la ciudad mancuniana y así lo demuestran el hecho de que no ve puerta desde el pasado 15 de septiembre.

Casualidad o no, Lukaku entró al campo y nada más pisarlo fue derribado por Ederson concediendo el premio al United. Penalti para los 'Diablos' y transformación de Martial.

Una cantimplora en el desierto para 30 minutos que quedaban en el templo celeste. Mourinho se recostó en su asiento, cruzó las piernas y avistó la revolución con la entrada de Juan Mata, goleador ante el Juve, y Alexis Sánchez, ávido de minutos.

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Guardiola había dado refresco a los suyos con Leroy Sané y el partido se convirtió en una pelea entre dos equipos dispuestos a no equivocarse.

Con la orden impertérrita de no arriesgar hasta que ahogase el crono, el United avanzó la presión cuando menos de diez minutos le restaban al partido, pero fue en una jugada estática en la que murieron los de Mourinho.

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Bernardo Silva, vital en este equipo, recibió en el costado derecho, elevó la mirada y vio a Gündogan infiltrarse entre los centrales. El alemán bajó el servicio de Silva y definió por bajo ante De Gea, dando carpetazo al derbi y, con aún 26 partidos por delante, a cualquier opción plausible de un título liguero en Old Trafford.

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