El Luzhnikí, el antiguo estadio Lenin, fue escenario el pasado 1 de julio de la sonrojante derrota de la selección española ante Rusia en los octavos de final del Mundial, una de las mayores sorpresas del torneo y este martes Real Madrid jugará allí por Champions.
'La roja' cayó inesperadamente en la tanda de penaltis ante el ultraconservador equipo anfitrión pese a adelantarse en el marcador gracias al gol en propia puerta de Ignashévich, que marcó a la salida de un córner en un forcejeo con Sergio Ramos.
No obstante, aquello fue un espejismo, ya que una mano de Piqué permitió que los rusos empataran desde los once metros al filo del descanso por medio de Dzyuba, resultado que sería ya inamovible.
Los fallos de Koke y Aspas en la serie de penaltis condenarían a España, que había llegado a Rusia como una de las grandes favoritas a alzarse con el trofeo después de una fase de clasificación inmaculada.
Jugaron aquel partido los madridistas Nacho, Ramos, Isco y Asensio, mientras Carvajal sustituyó al primero mediada la segunda parte.
Ramos, que no jugará mañana, fue señalado por retener el balón en demasía, Nacho y Carvajal casi no tuvieron trabajo en defensa y apenas aportaron nada en ataque, mientras Asensio estuvo desaparecido.
El único jugador que se salvó de la quema fue precisamente, Isco, que tampoco podrá saltar mañana al campo en el Luzhnikí debido a la operación de apendicitis a la que ha sido sometido.
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Contra los rusos el malagueño no dejó de pedir el balón y fue el único jugador que pareció metido en el partido y con la vista puesta en la portería contraria.
Ramos ya había jugado antes en el olímpico y tampoco pudo ganar. Fue en febrero de 2012 en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. El partido, también ante el CSKA, acabó con empate (1-1) con goles de Cristiano y Wernbloom en el descuento. El Real Madrid, que estaba entrenado entonces por Jose Mourinho, acabaría apabullando a los rusos en la vuelta (4-1).
El seleccionador español durante el Mundial, Fernando Hierro, también había probado ya el sabor de la derrota en ese estadio, ya que cuando vestía la camiseta del Real Madrid cayó ante el Spartak Moscú (2-1) en la primera fase de la "Champions".
Fue un septiembre de 1998, pocos meses después de derrotar a la Juventus en la final con gol de Mijatovic y alzarse con la ansiada "séptima". Raúl adelantó al equipo blanco y Tsinbalar y Titov remontaron para los rusos en los últimos 20 minutos.
En cambio, para el actual técnico madridista, Julen Lopetegui, la visita al mítico estadio moscovita puede ser una buena oportunidad para redimirse después de ser destituido como seleccionador español antes del debut ante Portugal por fichar por el equipo blanco.
Lopetegui tuvo que ver por televisión cómo el equipo al que él había clasificado brillantemente para la Copa Mundial caía en los octavos ante Rusia, que probaría después de su propia medicina en los cuartos de final, donde cayó ante Croacia en la ruleta rusa de los penaltis.
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