¡El ídolo de todos! Neymar y su reconciliación con la afición colombiana

El ‘10’ de la Selección de Brasil fue una tormenta ofensiva contra Colombia, buscó el gol con su velocidad y talento, y dejó una estela de crack en Barranquilla, de la cual se ganó todos los aplausos al final del encuentro.

No cabe duda alguna que el jugador referente de la Selección brasileña es su número ‘10’, el futbolista más caro en la historia del fútbol, Neymar. Desde antes de la llegada de Brasil a Barranquilla, en la capital del Atlántico ya se hablaba del crack del PSG y la pregunta que todos se hacían era: ¿quién de los defensores colombianos podrá con él?

El estadio Metropolitano Roberto Meléndez se vistió de amarillo este martes, pero no para recibir a Brasil, sino a la Selección Colombia en su intento de vencer al líder de la Eliminatoria y acercarse a la clasificación al Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, en la ‘canarinha’ había un jugador que todas las miradas buscaban, al que todos los lentes apuntaban y que además recibía los elogios o abucheos del público.

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Neymar Jr. fue el centro de atención en Brasil y dentro del campo demostró el porqué es considerado como uno de los mejores jugadores del planeta y por quien además se pagaron 222 millones de euros para romper su cláusula y sacarlo del Barcelona.

Y la ‘casa de la Selección Colombia’ este martes perdonó al brasileño por todas sus caídas y simulaciones de faltas en enfrentamientos pasados e incluso su pelea con Carlos Bacca, en la Copa América de Chile 2015. Sin embargo, hubo un momento que todo el ‘Metro’ gritó “PA-YA-SO”, tal vez un simple lapso o un paréntesis en una relación que pareció haberse reconciliado.

Al final del partido, Neymar sacó la pelota del terreno del juego en señal de ‘fair play’, se ganó los aplausos del público en Barranquilla y después de darse por terminado el compromiso y atender a la prensa brasileña, se despidió de la afición local entre elogios.

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Brasil está clasificado al Mundial de Rusia 2018, Colombia está en camino hacia ello y Neymar no volverá al país por un juego oficial con su Selección en por lo menos tres años o algo más, pero el ‘10’ brasileño ya no dejó enemigos sino, al contrario, un respeto ganado por su indiscutible calidad y talento.